Cambio de paradigma para la transformación de la Formación Profesional

En los últimos cincuenta años, el sistema educativo español ha evolucionado a ritmo de leyes de marcado sesgo ideológico. Esa circunstancia retrasó los necesarios cambios educativos que la sociedad posindustrial de finales del siglo XX exigía. Los desencuentros partidistas tampoco ayudaron a establecer las imperiosas reformas para abordar los retos de la sociedad de la información, del conocimiento y del aprendizaje permanente. La nueva era digital a la que nos hemos incorporado reclama cambios estructurales de calado sin más demora.

Lamentablemente, la reciente Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOMLOE) no ha sido una excepción. Nos encontramos ahora en un escenario de confrontación en el que destaca una falta de consenso entre los partidos políticos, los agentes económicos y sociales y la comunidad educativa. La ausencia de diálogo y debate propiciada por el Gobierno ha crispado los ánimos de la ciudadanía y ha convertido a la educación, una vez más, en un arma ideológica arrojadiza que ha impedido hablar y debatir a los ciudadanos sobre los retos y complejidades a los que se enfrenta la sociedad del siglo XXI; acerca de los desafíos que plantea la nueva era digital que arranca con la pandemia.

En materia de Formación Profesional (FP), la foto finish de la realidad socioeconómica demanda una reforma sustancial. Algunos expertos internacionales y nacionales, ajenos a las veleidades políticas cortoplacistas, proponen una revolución del currículo, y de todo el sistema, más que un cambio. El actual no sirve. Es preciso renovarlo sustancialmente para dar respuesta a los problemas, necesidades y contextos presentes y futuras de la sociedad. Toca poner el foco en formar personas para el presente sin olvidar la galopante transformación digital que exige otro tipo de formación para el futuro inmediato. ¿Se pondrán de acuerdo los actores precitados para consensuar un nuevo modelo para una generación, al menos?

Los actuales planes y programas de estudio de FP se encuentran anquilosados en el pasado. Tuvieron su efectividad en la sociedad industrial del siglo pasado pero no han evolucionado al mismo ritmo que la tecnología y las transformaciones económicas y sociales. No se trata de enseñar más sino de aprender mejor, de aprender otras cosas, de forma que prime el desarrollo de capacidades y competencias personales, profesionales y sociales sobre la tradicional adquisición de contenidos memorísticos. En ese sentido, el término competencia debe ser entendido como un conjunto de conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores que el alumnado debería desplegar a lo largo de su vida. La competencia es un “desempeño”, para el cual los contenidos son una parte solamente.

El currículo de la FP se ha estructurado en torno a módulos formativos, libros de texto y exámenes y presenta carencias en materia de equidad e igualdad de oportunidades. En este contexto, los contenidos ocupan el centro de atención docente. La adquisición de conocimientos se realiza, habitualmente, mediante acciones repetitivas y logros memorísticos. La metodología de trabajo, eminentemente individualista y competitiva, ignora otros enfoques inclusivos que faciliten la equidad y la integración en el sistema de de personas en riesgo de exclusión social. Las evaluaciones se limitan, por lo general, a meras calificaciones cuantitativas; en caso de no alcanzar los objetivos previstos la única opción que se ofrece al alumnado es la repetición de curso. En suma, el conocimiento se ha convertido en una barrera insalvable, especialmente para los alumnos más vulnerables, agravada por la ausencia de medios y recursos suficientes.

Este escenario descrito, no tiene cabida en un centro de la era digital post Covid-19. El futuro inmediato de los centros de FP exige poner el foco en pedagogías transformadoras orientadas a no dejar a nadie atrás, a caminar por la senda del éxito, la inclusión, la equidad y la excelencia. Es necesario pasar página, también, del alejamiento cultural de algunos colectivos sociales marginados para acercarles e integrarles en un nuevo modelo educativo más eficaz.

Los centros escolares no responden a las verdaderas necesidades formativas que demanda la sociedad pospandemia. Es imprescindible fortalecer el prestigio social de la FP para hacerla más atractiva, una opción alternativa nunca subsidiaria. Los ciudadanos deben enfrentarse con garantías a los exigentes desafíos que demanda un cambiante mercado de trabajo como consecuencia de la digitalización irrefrenable iniciada tras el confinamiento de marzo de 2020. Expertos de todo signo y color sostienen que la digitalización se implanta exponencialmente en el conjunto de empresas e instituciones con voluntad de permanencia. Es un recurso esencial y la solución a la dura reconversión que se avecina.

Una estrecha colaboración centro-empresa-sociedad civil debe facilitar, entre otras cosas, el reconocimiento de capacidades adquiridas a través de la experiencia laboral y en contextos educativos no formales e informales, hoy considerados marginales. Ese planteamiento ayudaría a mejorar y, en su caso, a proporcionar a mujeres y hombres una de las competencias clave más apreciadas como es la capacidad de “aprender a aprender” a lo largo de toda la vida. No es baladí pensar que muchas actividades que realiza la fuerza laboral de las empresas en estos momentos serán sustituidas por otras, hoy desconocidas, en un futuro inmediato.

Escolares, ciudadanos en situación de desempleo y trabajadores en activo se enfrentan al reto de ampliar competencias personales, profesionales y sociales que les permitan vivir y desenvolverse en la sociedad de un mundo cambiante, lleno de incertidumbres, para el que es imposible prepararles con la escuela de hoy. Con carácter indicativo y no excluyente, son precisas aquellas que habiliten para:

  • Actuar de forma consciente ante la masiva y apabullante información de hoy día en todos los aspectos de la vida, sabiendo diferenciar las fuentes, interpretarlas, argumentar, exponer, analizar de forma crítica.
  • Convivir y trabajar con los demás. Escuchar, dialogar, vivir el conflicto, llegar a consensos, respetar y poner en valor las diferencias. En definitiva, saber vivir con los principios democráticos.
  • Pensar de forma crítica, creativa y ética.
  • Investigar, establecer metas y buscar soluciones, para lo cual, más que certezas es necesario saber plantearse interrogantes.
  • Construir el conocimiento, aprender, trabajar y crear en equipo, de forma cooperativa.
  • Gestionar, desde el cuidado, la vida afectiva y la relación con los demás.
  • Conjugar la autonomía, la interdependencia, el control del tiempo, la planificación y la gestión de las emociones.”

En esta línea se enmarca el I Plan Estratégico de Formación Profesional del Sistema Educativo 2019-2022, calificado por el Gobierno como una prioridad estratégica de la política educativa; el Plan de Modernización de la Formación Profesional, la Agenda 2030, los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, el Plan de Acción de Educación Digital (2021-2027) el Plan España Digital 2025 y la futura Nueva Ley de Formación Profesional (FP) anunciada por la ministra Isabel Celaá.

Concluyo con unos apuntes finales para constatar que la formación pone el foco en la digitalización y la versatilidad. Expertos internacionales de reconocido prestigio indican que:

  1. La tecnología digital es el punto común de los Empleos Emergentes 2020 en España”.
  2. Según datos expuestos en Infoempleo, “el 54% de los empleados necesitará actualizar o recapacitar sus conocimientos para el año 2022y evitar la disrupción tecnológica, según los datos que aporta un informe del Foro Económico Mundial”.
  3. Dentro de 5 años, tal y como asegura el Consejo Económico y Social (CES) en su Informe Jóvenes y mercado de trabajo en España de 30 de setiembre de 2020, 85 millones de empleos quedarán obsoletos debido a la automatización, pero a su vez, se generarán 97 millones de nuevos roles adaptados a la convivencia profesional con máquinas.
  4. Entre el 70 y el 85% de los empleos que surgirán en 2030 o no se conocen o se están creando hoy en día, por lo que parece necesario que la mentalidad de los trabajadores, actuales o futuros, se enfoque en laversatilidad laboral.

Otras entradas y enlaces de interés relacionados con competencias transversales:

  1. CELAÁ ANUNCIA LA INCORPORACIÓN DE UN MÓDULO DE DIGITALIZACIÓN A TODOS LOS TÍTULOS DE FORMACIÓN PROFESIONAL, de 1 de agosto de 2019
  2. DECROLY, UNA REFERENCIA EN LOS ESTUDIOS DE FP EN CANTABRIA, de 28 de marzo de 2019
  3. LAS COMPETENCIAS TRANSVERSALES, CLAVE EN LA EDUCACIÓN Y FORMACIÓN DE LOS MILLENNIALS, de 14 de febrero de 2019
  4. CAMBIO PERMANENTE EN LA FP: SIN PRISA PERO SIN PAUSA, de 20 de diciembre de 2018
  5. OTRA FORMACIÓN PROFESIONAL ES POSIBLE Y NECESARIA, de 25 de octubre de 2018
  6. DECROLY PRESENTA DIEZ TITULACIONES DE FP PARA EL CURSO 2018-2019, de 7 de junio de 2018
  7. COMPETENCIAS ESENCIALES PARA LA EMPLEABILIDAD DE LOS JÓVENES Y PARA LA RECUALIFICACIÓN DE LA FUERZA LABORAL DE LAS EMPRESAS, de 15 de marzo de 2018
  8. OBRAS SON AMORES Y NO BUENAS RAZONES, de 6 de febrero de 2018
  9. LAS EMPRESAS VALORAN LAS COMPETENCIAS PROFESIONALES Y TRANSVERSALES POR IGUAL, de 18 de enero de 2018
  10. DECROLY PRESENTA UNA PROPUESTA DE COLABORACIÓN A CEOE-CEPYME DE CANTABRIA, de 14 de diciembre de 2017
  11. EL LEMA DE OVIDE DECROLY ORIENTA NUESTRO QUEHACER COTIDIANO, de 23 de noviembre de 2017
  12. LA EMPLEABILIDAD Y LA FP VAN DE LA MANO, de 28 de septiembre de 2017
  13. EN DECROLY, FORMACIÓN PROFESIONAL DE CALIDAD PARA EL EMPLEO, de 27 de marzo de 2017
  14. LO DICHO Y ESCRITO ACERCA DE LA FP DUAL EN DECROLY DIGITAL, de 3 de enero de 2017
  15. DECROLY, FORMACIÓN INTEGRAL DE SUS ALUMNOS EN EL ÁMBITO INTELECTUAL, EMOCIONAL, SOCIAL Y PROFESIONAL, de 17 de noviembre de 2016
  16. SE ME QUEDÓ EN EL TINTERO, de 30 de septiembre de 2016
  17. NUESTRO PROYECTO EDUCATIVO PARA EL CURSO 2016-2017, de 13 de septiembre de 2016
  18. ¿POR DÓNDE VAN LOS TIROS?, de 8 de septiembre de 2016
  19. LA FP BÁSICA, UNA OPCIÓN EDUCATIVA DE CALIDAD (II), de 4 de agosto de 2016
  20. MÁS ORIENTACIÓN ESCOLAR EN DECROLY, de 21 de julio 21 de 2016
  21. A RENDIR CUENTAS TOCA EN EL CENTRO DE FP DECROLY DE SANTANDER, de 7 de julio 7 de 2016
  22. LAS COSAS SON COMO SON, de 24 de mayo de 2016
  23. TECNOLOGÍA, DISPOSITIVOS MÓVILES E INNOVACIÓN EDUCATIVA, de 8 de marzo de 2016
  24. TRABAJO POR COMPETENCIAS E IMPULSO DE LA CREACIÓN DE EMPRESAS, de 20 de febrero de 2015
  25. DIEZ COMPETENCIAS DIGITALES BÁSICAS… ¡DEL PROFESOR!, de 18 de agosto de 2011

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