La historia de Decroly se escribe relatando los retos y desafíos a los que se ha enfrentado este centro a la hora de liderar actuaciones educativas transformadoras para contribuir al desarrollo personal y profesional de la personas durante su paso por este centro de Formación Profesional
Desde su creación en 1978, un proyecto educativo actualizado curso a curso ha servido para reforzar la cultura corporativa de Decroly. Tal vez las circunstancias que rodearon la creación del centro hayan tenido mucho que ver en ese constante compromiso inquebrantable nuestro con las administraciones educativas, los empresarios y la ciudadanía de Cantabria, particularmente. Ello no fue óbice, sin embargo, para acoger con los brazos abiertos, también, a estudiantes de otras regiones de España y de allende nuestras fronteras. Sirva de muestra el botón de alumnos extranjeros matriculados en Decroly este curso 2016-2017.
El foco prioritario, sin embargo, siempre ha estado en la figura del alumno. Todos y cada uno de los estudiantes de Decroly, pertenecientes a cualesquiera cursos y ciclos de FP, han experimentado en vivo y en directo el “calor humano”, la cercanía y la singular relación horizontal y atención personalizada del profesorado. En ese escenario, Decroly ha contribuido eficazmente a construir el prestigio actual de la FP, una etapa educativa absolutamente desacreditada socialmente en los años 70´del pasado siglo XX cuando inició su andadura este centro de FP.
Decroly se ha enfrentado históricamente a la tarea de evolucionar al ritmo del cambio social permanente que ha experimentado Cantabria y España en un contexto mundial en permanente metamorfosis. No es necesario situarnos en la foto finish de la sociedad española de los años 70´para entender este postulado. Por otro lado, el compromiso de Decroly con la sociedad de Cantabria no ha sufrido fisuras. Más bien, por el contrario, ha salido reforzado de los múltiples avatares –que haberlos los ha habido; y haberlos haylos- que han ralentizado incompresiblemente nuestra cotidiana tarea innovadora en momentos puntuales. En cualquier caso, Decroly sigue buscando, tal vez utópicamente, un modelo educativo ideal que ponga en valor a las personas y busque la excelencia sin detrimento de la equidad, acorde con el talento y las múltiples inteligencias de cada discente.
Los últimos años, particularmente desde el comienzo de este siglo XXI, han sido un ejemplo de transformación educativa en Decroly. Hemos desterrado de nuestra práctica docente criterios pedagógicos soportados por tecnologías analógicas que se han quedado trasnochados. La realidad social que vivimos hoy nos ha impulsado a abandonar estereotipos vigentes en el siglo pasado para sustituirlos por otros valores y actuaciones educativas que cobran hoy un protagonismo sin precedentes, apoyados por herramientas digitales transformadoras. El impacto de internet y de las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC), así como la eclosión exponencial de los servicios de mensajería instantánea, ha facilitado la entrada de Decroly en un movimiento de renovación pedagógica y sociocultural hasta ahora desconocido.
En este contexto, sin ánimo de ser dogmático, la ciudadanía se ha adentrado en la denominada sociedad del conocimiento. La escuela, y por tanto Decroly, no puede ignorar la realidad social en la se enmarca hoy nuestra función educativa. El dinamismo ha impactado en la estrategia educativa convencional para acercar nuestros postulados docentes al trabajo cooperativo, al desarrollo del pensamiento crítico, al establecimiento de procedimientos de enseñanza aprendizaje orientados a la resolución de problemas y, en suma, a la formación de ciudadanos aptos para abordar los retos y desafíos que entraña la ya denominada era digital.
Decroly se ha beneficiado de las teorías de los más insignes gurús del siglo XX y XXI en materia educativa. Howard Gardner y su célebre obra la “Inteligencias Múltiples: la teoría en la práctica” (1993); Daniel Goleman, “Inteligencia emocional” (1995) e “Inteligencia Social” (2006); Marc Prensky, “Enseñar a nativos digitales” son algunas referencias de autores y obras que han despertado la inquietudes innovadoras de los profesores de Decroly. Esa determinación ha derivado en la implantación de una estrategia educativa sustentada en el aprendizaje cooperativo, lineal y coasociativo que ha facilitado a docentes y discentes la interiorización de un modelo de enseñanza aprendizaje orientado al logro de toda suerte de competencias personales, profesionales y sociales absolutamente indispensables.
La cooperación de Decroly con el tejido productivo de Cantabria nos ha permitido conocer en vivo y en directo las más acuciantes necesidades de los empresarios. Hemos tomado buena nota de sus recomendaciones para facilitar a nuestro alumnado las competencias que demandan para cubrir puestos de trabajo vacantes. Además, trabajamos coordinadamente con ellos para formar a nuestro alumnado en otras competencias transversales imprescindibles para completar la formación necesaria que evite que no se cubran puestos de trabajo por que el sistema no proporciona profesionales suficientemente capacitados.
La realidad empresarial ha cambiado. Hoy, los empresarios demandan profesionales que, además de su cualificación técnica suficiente, demuestren una positiva actitud ante la pertenencia a la firma así como capacidad de coordinación de equipos; sean idóneos para resolver problemas y realizar su desempeño en clave de calidad operacional; evidencien compromisos claros en materia de innovación; exhiban una clara determinación orientada al consumidor y al cliente y, por supuesto, desplieguen una inequívoca disposición positiva ante el trabajo.
Finalmente, Decroly vive la realidad empresarial del tejido productivo de Cantabria; transforma y actualiza sus programas formativos reglados, abandonando aspectos competenciales ligados a la formación de personas para ocupar puestos de trabajo amortizado e inexistente; introduce contenidos profesionales y transversales orientados a formar personas en competencias, fundamentalmente relacionadas con la agenda digital; contribuye a dar respuesta, en forma de desarrollo profesional de los jóvenes, para que ocupen los puestos de trabajo que quedan sin otorgarse por falta de personas con la necesaria cualificación.
En España, según manifestación de César Alierta esta mañana, esas ofertas de empleo sin cubrir superan las 150.000, lo que pone en estado alerta a las organizaciones empresariales e instituciones educativas y gubernamentales más representativas. No es un tema menor, por tanto, y… ¡Decroly hace tiempo que ha interiorizado ese mensaje!