La formación es la clave del éxito y por esa razón los profesionales docentes de Decroly han comenzado el año 2021 instruyéndose en distintos ámbitos mediante acciones formativas relacionadas con la digitalización de los procesos de enseñanza aprendizaje y con el desarrollo y aplicación de la evaluación formativa en el entorno de la formación profesional y educación permanente.
Los profesores del Centro de Formación Profesional Decroly, Ana Trueba, David Alonso y Cristina Ortega participaron, del 14 de enero al 2 de febrero de este año 2021, en el curso online “Evaluación formativa en Educación de personas adultas y FP: principios básicos y herramientas” impartido a través de la plataforma Microsoft Teams por el Centro de Profesorado (CEP) de Santander.
Durante el transcurso de la acción formativa se plantearon varios interrogantes:
Uno, referido a cómo se percibe evaluación desde dos puntos de vista, el del alumno y el del profesor. En el primer caso, si se pregunta a los estudiantes para qué sirve la evaluación, su respuesta, en muchas ocasiones, sería, “para ponernos notas, para que estudiemos o incluso para fastidiarnos”. En el segundo caso, es preciso tener en cuenta la visión del profesorado. La función de la evaluación para los docentes tiene dos vertientes: una, evaluar únicamente para calificar y utilizar ese instrumento como herramienta para obtener evidencias sobre la adecuación del proceso enseñanza-aprendizaje y otra, analizar dichas evidencias y tomar medidas al respecto.
Para que alumnado y profesorado lleguen a un mismo punto de encuentro respecto a la evaluación, los estudiantes deben conocer las características de la misma, es decir, los objetivos que se pretenden conseguir dicha evaluación. Para poder actuar en consecuencia los educandos deben ser conscientes de lo que se espera de ellos y, por qué no, participar en el proceso ya que los últimos afectados serán ellos mismos. Quienes deben otorgar este empoderamiento del alumnado y convertirles en el centro de su formación son quienes están con ellos en el aula ayudándoles a recorrer el camino del aprendizaje, esto es, sus tutores y profesores.
Pero, ¿cómo adaptar los procesos de enseñanza si el sistema educativo impone unos resultados de aprendizaje y unos criterios de evaluación asociados que están preestablecidos por normativa? Los docentes tienen la obligación de calificar al alumnado y es ahí donde surgen las dudas a la hora de introducir la evaluación formativa.
José Manuel Ruiz Varona, director del CEP de Santander, señaló a los asistentes al curso que la evaluación formativa está regulada y que esa normativa establece que la evaluación debe estar orientada al aprendizaje. Varona resumió la aplicación de este recurso afirmando que “todo lo que sirve para aprender sirve para evaluar”.
Como puede constatarse en la información publicada por el CEP para difundir la programación de este curso “el carácter formativo de la evaluación lleva décadas recogido en nuestra normativa. Pese a ello, muchas de nuestras prácticas de evaluación están muy lejos de ese principio, ancladas en una fuerte identificación entre evaluación y calificación, y asociadas a prácticas docentes muy “tradicionales”, alejadas de las metodologías activas y participativas propias de un contexto de aprendizaje competencial.
En la educación permanente de personas adultas, como en el resto de las enseñanzas, los procesos de evaluación, cuya naturaleza es radicalmente educativa, son una parte esencial del proceso de enseñanza-aprendizaje.”
Objetivos del curso
Cuatro fueron los objetivos planteados por el CEP para este curso:
- Reflexionar de forma colectiva acerca de nuestras concepciones sobre evaluación y calificación, así como sobre nuestros procedimientos para evaluar los aprendizajes del alumnado.
- Presentar los principios básicos de la evaluación formativa en contextos de enseñanza-aprendizaje de orientación competencial.
- Intercambiar experiencias y conocimientos relacionados con el uso de estrategias y herramientas para una evaluación formativa.
- Ofrecer recursos para el enriquecimiento y mejora de nuestras prácticas de evaluación.
Para alcanzar estos retos el CEP estructuró la actividad formativa en torno a un programa distribuido en cinco sesiones, todas ellas moderadas por asesores y consultores técnico-docentes de reconocido prestigio a nivel regional y nacional:
- Claves de la evaluación formativa: una herramienta para el aprendizaje.
- Diseño del proceso de evaluación en el marco de la programación por competencias.
- Estrategias de trabajo para una evaluación orientada al aprendizaje.
- Herramientas para la evaluación en contextos digitales.
- Pensando nuestras prácticas de evaluación.
Los tres pilares de la evaluación formativa
Mariana Morales Lobo, profesora de Educación Secundaria y consultora en el ámbito de la innovación educativa, fue la primera ponente del curso y se centró en el tema “Claves de la evaluación formativa: una herramienta para el aprendizaje”. En su intervención puso el foco en los tres pilares fundamentales sobre los que se basa la evaluación formativa.
En primer lugar, la conferenciante destacó la relevancia de la recogida de evidencias, actividades, ejercicios y, sobre todo, de aquellas tareas que se realizan en cada uno de las materias y/o módulos. Estos datos tienen una función fundamental: aportar certidumbres sobre los conocimientos y el aprendizaje individual de todos y cada uno de los estudiantes.
A este respecto, los profesores Ana Trueba, David Alonso y Cristina Ortega pusieron en valor algunas facetas de los docentes de Decroly. Si observásemos en la plataforma Moodle del centro los módulos que imparte el profesorado de Decroly, señalaron, veríamos los proyectos, actividades, tareas y demás herramientas de evaluación que se utilizan en este Centro y que sirven como recogida de evidencia masiva y continua. Ahora bien, apostillaron, si únicamente nos quedásemos ahí estaríamos haciendo lo que se ha realizado durante siglos: utilizar la evaluación únicamente como método calificador.
Un segundo sostén esencial de la evaluación formativa al servicio de la mejora continua, afirmó Morales Lobo, es el análisis de las evidencias reunidas. Es importante en esta etapa, además, examinar los procesos de transición hacia metodologías activas de carácter eminentemente competencial.
Finalmente, un tercer pilar de la evaluación formativa es la toma de decisiones asociadas a los dos anteriores, esto es, a la recogida y análisis de evidencias, manifestó la ponente. En clave de Decroly, esta estructura, y la coordinación del profesorado, permite a los estudiantes de este centro de Formación Profesional ser partícipes de su propia evolución y recibir los instrumentos que garanticen la mejora continua en su aprendizaje, sin que nadie se quede atrás.
En este itinerario precitado cobra un protagonismo muy relevante la propuesta de secuenciación de competencias establecida por los respectivos equipos docentes de los 22 ciclos formativos de Formación Profesional de Grado Básico (GB), Grado Medio (GM) y Grado Superior (GS) operativos en el centro. En concreto, Decroly integra en un “todo uno” las competencias denominadas claves, básicas, genéricas o transversales. De esta manera, se hace realidad uno de los lemas más apreciados: “No dejar a nadie atrás” centrando la atención en lo que realmente será imprescindible para el alumnado en su vida futura.
Conclusión
Sin abundar en el resto de temas del programa del curso “Evaluación formativa en Educación de personas adultas y FP: principios básicos y herramientas”, que serán tratados en otras entradas futuras, los profesionales docentes del Decroly en esta acción formativa constataron el firme compromiso del claustro de profesores con la innovación educativa y, en concreto, con la evaluación formativa. Para ello, no escatiman esfuerzos a la hora de mejorar su propia formación y de usar herramientas digitales para ponerlas al alcance del alumnado. Eso sí, cuentan con el apoyo incondicional del equipo directivo.
El presente y futuro de la educación exige una transformación sin precedentes. Es preciso reforzar una transición sin prisa pero sin pausa. Hemos de poner el foco, de una vez por todas, en el alumno. Los centros escolares debemos generar aprendizajes que se adapten a las necesidades del alumnado de hoy y de las personas de mañana. En Decroly lo tenemos claro, estamos en ello, porque el cambio es inevitable, necesario y posible.
Otras entradas relacionadas:
– LA EVALUACIÓN DEL ALUMNADO SE ADAPTA A LAS CIRCUNSTANCIAS ESCOLARES SOBREVENIDAS CAUSADAS POR LA PANDEMIA DEL COVID-19, de 14 de abril 14 de 2020
– LA AUTOEVALUACIÓN Y COEVALUACIÓN DEL ALUMNADO PIDE PASO EN DECROLY, de 5 de setiembre de 2019
– LA AUTOEVALUACIÓN Y COEVALUACIÓN DEL ALUMNADO PIDE PASO EN DECROLY, de 11 de octubre de 2016
– EVALUACIÓN DEL PROCESO ENSEÑANZA – APRENDIZAJE (II), de 11 de febrero de 2014
– EVALUACIÓN DEL PROCESO ENSEÑANZA – APRENDIZAJE (I), de 17 de enero de 2014
Enlaces de interés
– PRESENTACIÓN DEL LIBRO “MÁS ALLÁ DE LA FORMACIÓN. EXPERIENCIAS DE EDUCACIÓN TRANSVERSAL EN DECROLY 2019” EN LA BIBLIOTECA CENTRAL DE CANTABRIA, de 26 de enero de 2021
– MÁS ALLÁ DE LA FORMACIÓN. EXPERIENCIAS DE EDUCACIÓN TRANSVERSAL EN DECROLY 2019, de 17 de septiembre 2020
– Vídeo de la presentación del libro “Más allá de la formación. Experiencias de educación transversal”, de 2 de febrero de 2021 (Mi Facebook)
– Vídeo de la presentación del libro “Más allá de la formación. Experiencias de educación transversal”, de 2 de febrero de 2021 (Youtube)
– Más allá de la formación (Video promocional)