Apuntes de Educación 2011 (IV)

Durante once de años, desde 2008, he colgado en Rincón del Director innumerables entradas relacionadas con el mundo de la educación, en general, y con las noticias, actividades y eventos de singular importancia acaecidos en Decroly, además de otras con reflexiones y opiniones que afectan al sector, particularmente en el ámbito de la Formación Profesional

La reposición ordenada de esos posts es una iniciativa que surge con el ánimo de agrupar los contenidos publicados en distintas épocas y proponer una relectura serena sobre todos aquellos asuntos que forman parte e inciden en la vida académica y profesional de los distintos componentes de la comunidad educativa decroliana: alumnado, profesionales docentes y familias, principalmente.

Podremos comprobar que muchos de los temas tratados en el pasado siguen vigentes en la actualidad. Tal vez, el hecho de que nuestro Carácter Propio está impregnado de una sólida concepción vitalista de la educación y de la formación ayude a entender cómo su incidencia en el Proyecto Educativo, el Proyecto Curricular, la Programación General Anual y la Programación Didáctica de cada módulo formativo refleja un espíritu firme y determinante de trabajar por el desarrollo personal, emocional, social y científico-profesional de los alumnos acorde con los tiempos que les toca vivir en las distintas épocas de nuestra ya larga trayectoria profesional durante cuatro décadas.

En el argot educativo hablamos, a menudo, del “misalito”, por ejemplo, cuando  hacemos alusión al documento que cada año publica la Consejería de Educación, Cultura y Deporte para aglutinar toda la oferta educativa de Cantabria en las enseñanzas no universitarias. Quizá no sea el símil más apropiado para el proyecto que hoy os presento, pero puede tener alguna semejanza, temática aparte.

Mi objetivo con este trabajo consiste en agrupar las entradas más relevantes desde el punto de vista pedagógico para que sirvan de orientación, reflexión y referencia al profesorado de Decroly y, en la medida que las circunstancias lo aconsejen, integrar esas premisas en la práctica docente cotidiana. Para lograrlo, voy colgar una selección de más menos CINCO entradas en cada uno de los bloques de esta sección de Apuntes de Educación. Si cuando inicies la lectura del primer post consigo atraer tu atención seguramente te “engancharás” y continuarás con el resto. Si no fuera así, me gustaría recibir tu feedback para reorientar este ilusionante proyecto de comunicación interna .

Ahora sí, sin más preámbulos, adjunto la entrega 2011 (IV).

La integración de las TIC en Decroly
15 de noviembre de 2011

El siglo XXI ha traído un cambio significativo del modelo de sociedad heredado del pasado, en el que el impacto de las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC) ha derivado en una ingente aportación de recursos y posibilidades

Hace unos meses, el 15 de febrero, publiqué en este e zine El profesor facilitador: qué debe hacer y evitar. Allí enfaticé los doce principios que aquellas corrientes educativas más innovadoras destacan para el ejercicio de la profesión docente y que deben ser tenidos en cuenta por el hoy en día denominado profesor facilitador. Más tarde, el 18 de agosto, hice lo propio con Diez competencias digitales básicas… ¡del profesor! En ambos posts hago referencia al deseable papel pedagógico del profesor apoyándose en herramientas y materiales TIC.

La generalización de internet en todos los órdenes de la vida, tanto personal, como profesional e industrial, sin olvidar la repercusión de las redes sociales y la telefonía móvil ha “revolucionado” los hábitos y comportamientos de los seres humanos de todo el mundo. La educación y la formación se nutren de estas ventajas que proporcionan las TIC de una manera muy especial. Los estudiantes que pueblan nuestras aulas han nacido en otra era, en la era de internet y de las tecnologías de la información y de las comunicaciones, en la era digital. Los profesionales docentes hemos de reaccionar con prontitud a los retos que ello representa.

Históricamente, Decroly ha sustentado un modelo educativo basado en la atención personalizada del estudiante, en colaboración con el grupo clase y sus respectivos padres o tutores. Una importante representación de la actual plantilla, de sus profesionales docentes, han sido actores y son testigos y notarios vivientes de cuanto afirmo.

El constructivismo pedagógico formó parte de otras teorías pedagógicas, eclécticamente integradas en su quehacer cotidiano, como el vitalismo que impulsó Decroly, Kilpatrick y otros insignes pedagogos del pasado siglo XX. En cierto modo, ¿por qué no manifestarlo?, el viejo Decroly de los años 70´, cuya matrícula de alumnos estaba formada por un porcentaje mayoritario de “desertores” del sistema, intuyó y aplicó en su cotidianeidad una acción educativa y formativa centrada en la figura del alumno; en su realidad personal, familiar, sociocultural y ambiental; en sus emociones, intereses y expectativas; en suma, en sus potencialidades como persona, partiendo de la realidad de cada cual. Para ello utilizó, en cada etapa, los recursos más innovadores existentes.

Hoy, esos valores permanecen en el carácter propio, proyecto educativo y en las diversas manifestaciones y actuaciones educativas en Decroly. Hemos consolidado una cultura corporativa en la que la innovación y creatividad se encuentran presentes en esta comunidad educativa, con la participación y aportación de todos sus componentes. Eso sí, ahora con la contribución sin igual de los recursos y herramientas que proporcionan las TIC en una sociedad absolutamente condicionada e invadida por un sinfín de posibilidades tecnológicas. En Decroly, tenemos claros los conceptos pedagógicos que conducen a una formación “por la vida y para la vida”, Ovide Decroly dixit. Ahora bien, hemos incorporado paulatinamente, y seguiremos haciéndolo en el presente y en el futuro, todos los medios razonables y posibles que nos brindan las TIC para mejorar permanentemente los resultados académicos y de desarrollo personal y social de nuestros estudiantes.

Decroly ha prestado atención a todas las iniciativas internacionales en materia de educación y formación, basadas en las nuevas tecnologías. Si nos circunscribimos a la última década, el Consejo Europeo de 23 y 24 de marzo de 2000, estableció como objetivo estratégico la creación de una economía competitiva, dinámica y basada en el conocimiento e instó a la integración generalizada de las TIC en la vida de las personas. Lo mismo ocurrió en sucesivos consejos de Estocolmo, en 2001 y de Barcelona, en 2002.

La Unión Europea, desde entonces, resalta la necesidad de poner al alcance de los ciudadanos el aprendizaje informático con el apoyo de entornos de aprendizaje abiertos y de enseñanza virtual. En suma, la Unión Europea es consciente que los sistemas educativos hasta ese momento existentes no serían capaces de alcanzar el objetivo de la plena participación de personas desfavorecidas y, por ello, impulsa el Plan de Acción e learning en mayo de 2001. Dos años más tarde, el Parlamento Europeo y el Consejo adoptaron el Programa e learning en 2003, con el fin de hacer efectiva la integración de las TIC en los sistemas educativos de toda Europa.

Por otro lado, Decroly había interiorizado la importancia de la tecnología muchos años antes. Conviene recordar que en 1.983 implantó los estudios de formación profesional de segundo grado, en la Rama Administrativa y Comercial, Especialidad de Informática de Gestión. Fuimos pioneros en Cantabria, incorporando la informática a nuestra oferta educativa. Más tarde vinieron los acuerdos con University of Cambridge Local Examinations Syndicate para implantar y desarrollar, durante años, sus programas Cambridge Information Technology (CIT) y Cambridge Diploma in Information Technology (DIT), ambos basados en la adquisición de competencias profesionales en un amplio espectro de materias. ¡Preguntádselo a Sergio Ibáñez, a Javier Pérez o a nuestro siempre recordado Jose Bustamante, sin olvidar a Marcelino Lucio, Carlos Omaña, Pablo Nodar, entre otros!

Recuerdo, asimismo, otros programas que formaron profesionales durante los últimos 20 años del siglo pasado –suena a prehistoria-, como Gestión de PYMES y Cambridge Business Skills (CBS). Con los apoyos tecnológicos de los módulos de Cambridge, el actual grupo SAGE-SP y aplicando una metodología basada en la adquisición de competencias profesionales por parte de los alumnos tuvieron un reconocimiento generalizado por las empresas de Cantabria. ¡Cientos de alumnos obtuvieron un empleo de calidad al finalizar estos estudios auspiciados, muchas veces, por nuestra activa bolsa de empleo! ¡Qué recuerdos, verdad, Tomás, Miguel Ángel, Merche,…!

La trayectoria de Decroly ha sido impecable desde su fundación en 1978. ¿Recuerdan los profesores veteranos un año académico en el que no se pusiera en marcha alguna iniciativa innovadora? Yo, no. El compromiso del claustro de profesores de esta entidad ha sido ejemplar a lo largo de estos años. Yo me siento orgulloso de haber compartido con ellos una de las épocas más apasionantes de la reciente historia de España. Y Decroly estuvo ahí. Además, hemos sentido el justo reconocimiento social e institucional en innumerables ocasiones.

Pero la vida sigue. Caray, ¡qué preámbulo! Ahora estamos inmersos en el nuevo paradigma que representa la era de internet, en la sociedad del conocimiento. Hemos de aportar, y lo estamos haciendo, nuevas ideas y proyectos pedagógicos que atiendan a las demandas actuales de la sociedad y a las expectativas de nuestro alumnado al matricularse en Decroly. ¡No lo olvidemos nunca! Los alumnos son nuestros clientes, sin ellos Decroly no tendría razón de ser. Ya sé que la innovación permanente, la actualización pedagógica incesante para atender a los denominados por Marc Prensky “nativos digitales”, exige un esfuerzo extraordinario a muchos de nosotros “inmigrantes digitales”. Pero no tenemos alternativa. Las TIC deben formar parte de la cotidianeidad en nuestra práctica docente, inserta en la realidad social del año 2011. Los profesionales docentes, de forma generalizada, hemos de esforzarnos por hablar el mismo idioma que nuestros alumnos, el idioma digital. De lo contrario, no nos entenderán y nuestra labor será infructuosa e inútil. Y lo que es más grave, pondría en tela de juicio el futuro de esta empresa educativa.

Nos encontramos, desde hace unos años, ante el hecho de la implantación de los programas y ciclos derivados del desarrollo de la LOE. También vemos, desde una atalaya privilegiada, los derroteros a los que conduce el nuevo modelo de formación profesional inicial y de formación profesional para el empleo. La integración de ambas opciones formativas es una realidad a la que damos una adecuada respuesta desde Decroly. Ahora aparece un nuevo reto.

Pronto se hará pública la oportuna legislación para posibilitar a las entidades privadas impartir formación profesional inicial, en la modalidad a distancia, a través de una plataforma, apoyada con herramientas y materiales 2.0. Sin temor a equivocarme, dados los datos de las experiencias piloto existentes, esa modalidad va a adquirir un protagonismo de mayor cuantía en detrimento de la oferta formativa presencial tradicional. En Decroly nos estamos preparando con determinación para afrontar ese reto y las oportunidades profesionales que conlleva. Hemos proporcionado recursos para la formación permanente del profesorado y para inversiones en los equipamientos tecnológicos imprescindibles, en la medida de las limitadas posibilidades que nos brinda nuestra condición de centro concertado.

La unión hace la fuerza. Ahora nos enfrentamos al reto de mejorar  los materiales 2.0 que disponemos y hacemos esfuerzos en la producción de otros nuevos con ideas imaginativas, incluida la participación en una comunidad de aprendizaje con otros centros españoles. El hecho es que Decroly solicitará a la consejería de Educación, Cultura y Deporte, en su momento, la autorización para impartir sus programas y ciclos formativos en la modalidad a distancia. ¡Estamos preparados!

A vueltas con las emociones en clave educativa
18 de octubre de 2011

Cuando el pasado 11 de mayo saltó la noticia de la concesión del Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2011, en su XXXI edición, al profesor Howard Gardner de la Universidad de Harvard sentí una emoción especial porque su figura y su obra se debate y resalta en conferencias, jornadas y congresos del ámbito educativo ante el reto que representa la educación del siglo XXI

Mi frecuente participación en esos foros me ha despertado especial interés que cultivo y mantengo vivo ante el firme convencimiento de que su obra, Inteligencias Múltiples, impregna cada día las salas de profesores, las aulas de los centros y las actuaciones pedagógicas de la inmensa mayoría de los profesionales docentes que cada día se enfrentan al reto que representa la educación y formación de ciudadanos del siglo XXI, de la era digital.

Desde el punto de vista intelectual, nadie discute ya que la educación y formación que proveemos hoy, y que reforzaremos en el futuro, deberá centrarse en la figura del estudiante tanto para coadyuvarle a desarrollar esas inteligencias como a combinarlas y utilizarlas y, en todo caso, ayudarle a que las descubra.

Al reseñar en este blog el galardón otorgado a Gardner por la Fundación Premio Príncipe de Asturias en MI CRÓNICA de 20 de mayo pasado, con la noticia Howard Gardner, premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales 2011, puse de manifiesto que Howard Gardner, su modelo de “escuela inteligente” y su teoría sobre las “inteligencias múltiples” engrosarían el elenco de obras y autores que influyen cada día en mi quehacer profesional. De hecho, días más tarde, el 24 de mayo, colgué el post ESTUDIANTES DEL SIGLO XXI, en el que analizo el perfil de alumnos que pueblan nuestras aulas; el lenguaje digital imprescindible para intercomunicarnos alumnos y profesores; el impacto de las redes sociales y de las tecnologías de la información; la evidencia incontestable de que su atención dividida; sus expectativas individuales y sus capacidades personales que demandan una dedicación personalizada, para sacar el máximo rendimiento de sus inteligencias diversas.

En Personalización del aprendizaje, publicado el 21 de julio, a la hora de citar personajes ilustres, incluyo, en primer lugar a Howard Gardner. Añado a Curtis W. Johnson, que aboga por una educación personalizada, a la carta; Eduardo Punset, que demanda un cambio en el sistema educativo que incluya el aprendizaje social y emocional; a Marc Prensky, que introduce el término pasión por la misión de educar, entre las aportaciones del profesorado, y la de aprender y emprender en el alumnado, para abordar con éxito el futuro de una sociedad cuyo denominador común es la incertidumbre. Un tratamiento similar aporte en Empatía, el pasado 8 de setiembre, donde me centro en una de las dos habilidades de la inteligencia interpersonal, desgranado conceptos básicos reseñados tanto por Gardner como por Daniel Goleman y otros prestigiosos autores contemporáneos.

Hace unos días, por fin, he recibido el libro Inteligencias Múltiples, comprado a través de internet, después de pasar por distintas librerías de la ciudad y no encontrarse en existencias. Aproveché la circunstancia de esta compra electrónica para adquirir otros dos libros: Inteligencia emocional e Inteligencia social, ambos de Daniel Goleman (para ser sincero, compré un cuarto ¿Cuándo y cómo acabará la crisis?, de Ramón Tamames). De hecho, inicié este post pensando en la aportación de la inteligencia emocional al nuevo escenario creativo e innovador que subyace en un centro del siglo XXI, en el que se encuentra un alumnado tan distinto y diverso que demanda una atención personalizada. Fijémonos en Decroly, probablemente uno de los centros más multiculturales de la comunidad autónoma de Cantabria, por el significativo número de estudiantes extranjeros de ¡diecinueve nacionalidades!

Pero, en fin, volvamos al título de este post: A vueltas con las emociones. Realmente mi intención inicial consiste en recopilar un glosario explicativo sobre la inteligencia emocional más que entrar en disquisiciones sicológicas sobre las emociones. Por ello, he aquí unas pinceladas. Podemos definir la inteligencia emocional como la capacidad de sentir, entender, controlar y modificar estados anímicos propios y ajenos. Se atribuye la terminología a los psicólogos de la Universidad de Yale Peter Salovey y John Mayer. Si bien es cierto que la inteligencia emocional se basa en dos de las inteligencias múltiples de Gardner (interpersonal e intrapersonal) su difusión internacional se le atribuye a Daniel Goleman por sus libros Inteligencia emocional e Inteligencia social que he citado anteriormente. Goleman clasifica las habilidades prácticas de la inteligencia emocional en dos áreas:

1- inteligencia intrapersonal, interna, de autoconocimiento

a. la autoconciencia, capacidad de saber qué está  pasando en nuestro cuerpo y qué estamos sintiendo;
b. el control emocional, capacidad de regular la manifestación de una emoción y/o modificar un estado anímico y su exteriorización;
c. la capacidad de motivarse y motivar a los demás.

2. inteligencia interpersonal, externa, de relación

a. la empatía, capacidad de entender qué están sintiendo otras personas, ver cuestiones y situaciones desde su perspectiva y
b. las habilidades sociales, aquellas que rodean la popularidad, el liderazgo y la eficacia interpersonal, y que pueden ser usadas para persuadir y dirigir, negociar y resolver disputas, para la cooperación y el trabajo en equipo.

Es evidente que las cinco habilidades prácticas que caracterizan la inteligencia emocional deben formar parte, siquiera transversalmente, del proceso educativo y formativo en el aula porque su adquisición se me antoja esencial en los ciudadanos de hoy. Su consecución suaviza la ruta hacia el éxito personal y profesional.

A mí no me cabe la menor duda que alcanzar estas habilidades prácticas favorece el bienestar psicológico, fundamental para el desarrollo armónico y equilibrado de nuestra personalidad. Favorece, asimismo, nuestro entusiasmo y motivación; contribuye a nuestra buena salud física; previene posibles enfermedades psíquicas, como la angustia, miedo, ansiedad, ira, irritabilidad,… y permite mejorar nuestras relaciones con las personas, en el área familiar-afectiva, social y laboral-profesional. En este último apartado, es relevante destacar su aportación a las relaciones con nuestros subordinados –liderazgo-, con nuestros superiores –adaptabilidad– o con nuestros pares –trabajo en equipo-. Las emociones, en suma, determinan cómo respondemos, nos comunicamos, nos comportamos y funcionamos en la escuela y/o en la empresa. En fin, ¡incorporemos estas cinco habilidades al currículo de todos los alumnos de Decroly, matriculados en PCPI, CFGM y CFGS! De igual manera, impregnemos de esta “savia” tantas y tantas otras tareas transversales que cada día se suceden en nuestro centro.

Permítaseme, para concluir este post, hacer una apuesta por el equilibrio entre la vida personal, familiar, laboral y social para alcanzar el éxito y ¿por qué no decirlo?, la felicidad. A ello contribuye, sin duda alguna, la inteligencia social en su doble faceta intrapersonal e interpersonal. Tengamos presente también, la salud. Un concepto moderno de éxito pasa necesariamente por compensar el logro de los necesarios objetivos materiales para vivir dignamente con otros valores intangibles que contribuyen a afianzar nuestra estabilidad y desarrollo emocional. Me refiero al fortalecimiento de las relaciones y valores familiares; al control del estrés a través de un cuerpo sano y del ejercicio físico; a la participación activa en la sociedad o a la satisfacción de deseos altruistas y creativos.

Finalmente, sacada de un catálogo de frases célebres, elijo esta, de autoría anónima para proponer una reflexión: “El éxito no es para los que piensan que pueden hacer algo sino para quienes lo hacen.”

¡Si has leído este post, no dudes en escribir tus comentarios! Si no lo hicieras, don´t worry, just be happy!

Refuerzo de nuestras señas de identidad
16 septiembre de 2011

Al comienzo de cada año académico, en setiembre, los profesionales docentes de Decroly hacemos balance de nuestra aportación al sistema educativo, reflexionando sobre nuestra realidad y cultura corporativa para reforzar nuestro carácter propio, incorporando a nuestro quehacer diario innovaciones y experiencias educativas contrastadas

En el ámbito académico, el curso 2011-2012 presenta el reto de iniciar el primer curso del ciclo de grado medio de Técnico en Gestión Administrativa (GA), así como el segundo curso del ciclo de grado superior de Técnico Superior en Guía, Información y Asistencias Turísticas (GIAT). Decroly, una vez más, demuestra su compromiso decidido con la sociedad cántabra, posicionándose en primera línea, desde el primer momento en el que se aprueba la regulación de estos ciclos formativos al amparo de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE).

La Consejería de Educación, Cultura y Deporte instó a Decroly, en su día, a adoptar algunas decisiones estratégicas al estar impedidos, por decisión unilateral de la administración autonómica, a crecer en número de unidades. Consecuencia de ello, del panorama regional de la formación profesional y del empuje del sector turístico en nuestra región, Decroly se animó a apostar por el ciclo de grado superior Técnico Superior en Guía, Información y Asistencias Turísticas (GIAT), en perjuicio de una de las dos unidades de Fontanería y Climatización, del programa de cualificación profesional inicial (PCPI), en funcionamiento desde su entrada en vigor, en el curso 2008-2009, sustituyendo a su homónimo de garantía social, Operario de Fontanería, en vigor desde el curso 1.998-1.999 hasta el curso 2.007-2.008.

No cabe duda que una de sus señas de identidad de Decroly consiste en la inmediata puesta en funcionamiento de los programas surgidos de las oportunas leyes educativas, en cada momento histórico.

Las prácticas en empresas, para dar respuesta al módulo de Formación en Centros de Trabajo (FCT), se han convertido en una de las actividades más importantes de Decroly. Hay que comprender que, para que ello ocurra, es preciso establecer un riguroso proceso de firma de convenios de cooperación con cada una de las empresas e instituciones receptoras de alumnos. Durante este curso 2011-2012, Los alumnos realizan sus prácticas en el período de setiembre a diciembre de 2.011 y entre los meses de marzo y junio en 2.012. Muchas de esas empresas, que acogen a nuestros alumnos en Cantabria y en España, pero también en otros países (Inglaterra, Malta, Alemania), como consecuencia de nuestra participación en el programa sectorial Erasmus, una vez finalizadas las prácticas, les ofrecen un contrato laboral, a la finalización de las mismas.

Esta tarea permanente de interactuación con directivos y tutores de los centros de trabajo, con los que nos une una relación colaborativa para desarrollar ese módulo formativo, forma parte de la cultura corporativa de Decroly, en su máxima expresión. Prueba de ello es la extensión de esa colaboración a otras facetas afines como la gestión de la bolsa de empleo en Decroly o la preparación de planes formativos “a la carta” para los empleados de las más de mil empresas adheridas a sus planes de formación continua. Esta área de relaciones empresariales e institucionales distingue a Decroly por su particular manera de atender “hasta el final” las necesidades de alumnos y empresarios en materia de formación.

Un  reto para el próximo curso 2012-2013 consiste en “convencer” a las autoridades académicas de la región para que permitan a los centros que han impartido enseñanzas de formación profesional reguladas por la Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), continuar haciéndolo con la implantación de los nuevos planes de estudio, al amparo de lo reglamentado por la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE), creciendo en número de unidades existentes si de imperativo legal se trata, al transformase programas y ciclos de un año en otros de dos años.

Decroly dispone de recursos físicos y humanos para atender esa realidad legal. Por tanto, demanda a la Consejería de Educación, Cultura y Deporte una decisión favorable a su tesis porque, además, obedece a principios constitucionales básicos, como son la libertad de creación de centros y, consecuentemente, de presentar a la sociedad una oferta educativa determinada y la libertad de familias y usuarios de elegir el centro más acorde con sus intereses particulares. No me extiendo ahora en otras razones de oportunidad coyuntural de eficacia, calidad y coste, tratadas ampliamente en este e zine.

El cambio de gobierno en nuestra comunidad autónoma ha supuesto una sustancial renovación en la Consejería de Educación, Cultura y Deporte. Es una obligación profesional y moral de Decroly presentar a la Consejería aquellas alternativas que permitan la continuidad del centro en las familias profesionales, programas y ciclos formativos consolidados durante años, demandados por la sociedad y por el tejido productivo de Cantabria. Esa posición, adoptada de nuevo en la primera sesión de trabajo colectivo de los profesionales docentes de Decroly, celebrada el pasado lunes día 5, la trasladaremos a la Consejería a través de la organización empresarial a la que pertenecemos: CECE Cantabria.

Una reflexión que ha ocupado un tiempo importante de la reunión de profesores antes citada se refiere a la evaluación y conocimiento inicial del alumnado. Ese primer contacto con los estudiantes es muy importante. Dice el refrán popular: “la primera impresión, es la que cuenta”. Por ello, los profesionales docentes y el personal de administración y servicios de Decroly presentan al colectivo de alumnos toda la estrategia que dispone el centro, en el ámbito de los recursos humanos y de las instalaciones y equipamientos, a su servicio. El alumno, la persona, es su razón de ser profesional. ¡Todos los esfuerzos institucionales se encaminan al objetivo de lograr su bienestar durante el tiempo que permanezcan con nosotros, en primer lugar, y a lograr los resultados deseados para cumplir las aspiraciones de cada estudiante, en forma de competencias profesionales, personales y sociales, a continuación! Esta realidad impregna con un sello de distinción nuestra cultura corporativa, reforzando nuestras señas de identidad.

Como no, la práctica docente cotidiana ha sido objeto de análisis para coordinar todas las actuaciones del equipo docente para dirigir sus esfuerzos profesionales  en la misma dirección y sentido. Decroly recibe alumnos del siglo XXI, a quienes Marc Prensky “bautizó” con el apelativo de nativos digitales, que esperan ser atendidos por profesionales que conozcan la realidad de la época histórica que les toca vivir.

Para ello, el centro se renueva año tras año en instalaciones y equipamientos pero también en actuaciones pedagógicas y metodológicas apoyadas en las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC). La formación permanente del profesorado aborda, entre otros, aspectos relacionados con el perfil de un alumno que vive en la era digital y que, hace años, abandonó la tecnología analógica. El profesorado de Decroly es un ejemplo de superación permanente para ser calificado de esta era, marcada por cambios estructurales, sociales, económicos y tecnológicos jamás conocidos.

Merece la pena citar especialmente la convicción, y actuaciones colegiadas subsiguientes, del profesorado aplicando las más actuales corrientes pedagógicas. Decroly aspira a que se reconozca por su alumnado, particularmente, el papel facilitador del profesorado, término utilizado en la jerga profesional en los sistemas de aseguramiento de la calidad, asumido ya en el sector de la educación y formación. Además, ¿cómo no? Llegado a este punto, me permito recordar el artículo publicado en Decroly Digital El profesor facilitador: qué debe hacer y evitar. En Decroly, sus profesionales docentes han reflexionado, en los últimos años, sobre las inteligencias múltiples y, en concreto, sobre la inteligencia emocional que incentiva la Empatía, como una de las cinco cualidades a desarrollar en la relación alumno-profesor/es-alumno/s. Fruto de ello es la apreciación positiva del alumnado, prácticamente unánime, reflejada en las encuestas del curso pasado, al ser cuestionados sobre su satisfacción por la pertenencia al centro.

Finalizo este post con una referencia explícita a la dimensión europea de la educación en Decroly, que se ha convertido en el “santo y seña” de la institución. Quienes leen Decroly Digital, estoy seguro, se habrán percatado de las innumerables actividades y actuaciones en las que participa toda la comunidad educativa, principalmente alumnos, profesores y personal de administración y servicios. Hoy en día tenemos relaciones profesionales estables y permanentes con universidades, centros de educación superior y de formación profesional, empresas e instituciones de los cuatro puntos cardinales de la Unión Europea (UE). Una vez más, ante este reto de contribuir al desarrollo de valores vinculados a la ciudadanía europea, Decroly evidencia las actuaciones más creativas e innovadoras, ejemplo para instituciones de formación profesional de toda España. Su trabajo permanente, en este sentido, refuerza considerablemente el espíritu de pertenencia a una sociedad global como la que vivimos en este año 2011.

Sirva de colofón, además, los datos que acabamos de conocer a través de la publicación de Sergio Ibáñez, en su post del pasado día 9, La web de DECROLY se consolida, sobre el impacto de la web de Decroly y de su e zine Decroly Digital.  Allí se puede apreciar que  la web de Decroly supera las 24.000 visitas en Agosto, con una media de tiempo de estancia de 8 minutos y 51 segundos. Este dato parece increíble, pero es cierto, apabullante. Una vez más, Decroly se siente muy orgulloso por el impacto social de su web. No es casualidad. Es fruto del trabajo colaborativo de toda la familia decroliana que, con su esfuerzo,  contribuye a reforzar, también en el ámbito de la información y orientación educativas, un sello que marca nuestra diferencia con respecto al conjunto de proveedores de este servicio educativo.

Empatía
8 de septiembre de 2011

En numerosos posts publicados en este e zine he citado a diferentes autores de relevancia mundial en el ámbito de la psicopedagogía contemporánea

En Howard Gardner, premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales 2011–Mi Crónica del pasado 20 de mayo- relato brevemente el semblante personal y profesional del autor del libro Teoría de las inteligencias múltiples que, publicado en 1.983, ha tenido una trascendente repercusión en la pedagogía moderna y en este siglo XXI. Daniel Goleman, en su libro Inteligencia emocional, editado en 1.995, nos ilustra con aportaciones de gran calado el concepto de inteligencia emocional, aglutinando la inteligencia interpersonal e intrapersonal que definió Gardner en su catálogo de inteligencias múltiples.

Un reciente escrito de la psicóloga y profesora en nuestra entidad Olga Umaña, publicado en Decroly Digital el 25 de julio, Inteligencia emocional,, describe brillantemente el concepto de inteligencia tradicional y las diferencias con respecto a la inteligencia emocional y las cinco cualidades que la definen. Recomiendo ese post para entender mejor mis postulados sobre la empatía. Además, un acertado cuadro sinóptico nos recuerda las denominadas inteligencias múltiples de Gardner y el apartado que ocupa la inteligencia emocional en ese conjunto.

La empatía o inteligencia interpersonal podemos explicarla como la capacidad para comprender las intenciones, motivaciones y deseos de otras personas. En un sentido más coloquial y menos académico, la empatía significa y conlleva ponerse en el lugar del otro, entender sus penas y temores, pero también compartir sus alegrías. La empatía, en suma, es una habilidad y también un sentimiento que impulsa a la participación afectiva en la realidad de otra persona. Además, la empatía ha sido definida como la capacidad para reconocer las emociones de los demás, saber qué quieren y qué necesitan con el fin de establecer relaciones sociales y vínculos personales. La empatía califica uno de los rasgos característicos de las relaciones interpersonales exitosas.

El nuevo escenario económico y social en el que nos desenvolvemos los ciudadanos hoy se caracteriza por los cambios permanentes que nos han encontrado, muchas veces, con “el pie cambiado”. Las modificaciones y actualizaciones de los sistemas educativos –la más reciente publicada en el Real Decreto 1147/2011, de 29 de julio, por el que se establece la ordenación general de la formación profesional (FP) del sistema educativo- exigen una reflexión profunda sobre el papel de los profesionales docentes en la escuela del siglo XXI. Las aportaciones de Gardner, Goleman y otros prestigiosos autores sobre la empatía, como parte esencial de la inteligencia emocional en el contexto de las inteligencias múltiples, deben invitarnos a revisar nuestras actuaciones, relaciones y compromisos con el colectivo estudiantil, sus familias y el entorno empresarial. Un ejercicio muy saludable consiste, como he mencionado en reiteradas ocasiones, en conocer las múltiples experiencias positivas contrastadas que muchos de los profesionales docentes de Decroly habéis acumulado en estos últimos años.

En Decroly, directa e indirectamente, otorgamos un lugar preferente al refuerzo de competencias y capacidades que giran en torno a la empatía, pero también al conjunto de habilidades que definen la inteligencia emocional. Así, en las comunicaciones y relaciones entre los componentes de la comunidad educativa –particularmente con el alumnado- los profesionales de Decroly reflexionamos primero y actuamos después teniendo en cuenta sus circunstancias personales, familiares y ambientales, además de sus emociones y sentimientos. También, ponemos en valor otras habilidades tales como la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la autoestima, el control de los impulsos y cuantas destrezas proporciona la inteligencia emocional para manejar los sentimientos propios e interpretar los ajenos, para sentirnos satisfechos, ser más eficaces y, en el ámbito educativo, favorecer el éxito académico y profesional.

Finalmente, concluyo este post afirmando que la empatía se encuentra en todas las personas, en mayor o menor grado. No se trata de un don innato pero sí de una cualidad que se puede potenciar y desarrollar. Para ello es preciso mostrar una actitud favorable a escuchar a los demás sin prejuicios; con interés y atención. Asimismo, hemos de incorporar a nuestras relaciones interpersonales la habilidad para descubrir, reconocer y recompensar los méritos, cualidades y logros de los demás. Si quieres abundar más sobre este tema te recomiendo EL CAMBIO EDUCATIVO EN DECROLY DIGITAL, publicado el 4 de agosto y Programas de cualificación profesional inicial en Decroly, del jueves pasado, ambos en este e zine, en los que trato transversalmente sobre la empatía, principalmente a través de citas y posts de muchos de los profesionales docentes de esta organización.

Formación profesional acorde con las cualidades individuales
25 de agosto de 2011

 Los estudiantes que acuden a Decroly, y se matriculan en alguno de sus programas o ciclos formativos, lo hacen ejerciendo su libertad para elegir el centro que les inspira mayor confianza educativa, por ajustarse mejor a sus necesidades e intereses particulares

Por esa razón, Decroly incorpora a su estrategia corporativa un elemento esencial, creo yo, para presentar su identidad, su carácter propio, su cultura institucional ante la ciudadanía y permitir a los potenciales alumnos tomar una decisión favorable sobre la pertenencia a nuestra entidad: la información y comunicación institucional y corporativa. Para ello creamos nuestra web institucional http://decroly.com/ y, en los últimos años, una vez nos adentramos en el nuevo siglo, pusimos en acción Decroly Digital, un e zine que ha demostrado dar respuesta y alcanzar, incluso superar con creces, el objetivo para el que fue creado. Una vez más, no me duelen prendas al afirmar que Decroly Digital es el resultado de una experiencia colaborativa en la que participan con sus escritos, más o menos formales, sobre temática libre, con noticias, informaciones u opiniones, alumnos, profesores, personal de administración y servicios, equipo directivo y, ocasionalmente, algunos padres y colaboradores.

Lo que no se conoce no existe. Parece una frase lapidaria y probablemente lo sea. Por eso, en esta sociedad del siglo XXI, no se entiende la permanencia de una empresa, entidad u organización en el mercado, si no se da a conocer entre sus potenciales “clientes” informando y ofreciendo sus productos con las características diferenciadoras que les definen, calidad, precio y eficacia en el servicio, entre otras. Decroly Digital es el instrumento de comunicación de nuestra organización por excelencia, sin que ello sea óbice para reconocer la divulgación en la sociedad, a través de la comunicación boca-oreja, de los propios componentes de la comunidad educativa, administraciones públicas, empresarios, etc. Por esa razón, la contribución individual, y colectiva a la vez, para sacar a la luz las opiniones y reflexiones de tanta gente, con un nexo común como es el de pertenencia a Decroly, es fundamental en esta organización. Eso sí, ¡en proceso permanente de mejora continua!

Ahora, ya están aquí esos ciudadanos. Han elegido Decroly. Se han convertido en nuestros alumnos. Independientemente de las motivaciones de cada cual, el hecho es que Decroly tiene muy claro cuál es su papel en esta “historia”. Precisamente, si nos circunscribimos a este verano, Decroly Digital ha publicado una variedad de posts que revelan la interiorización del mensaje educativo y formativo de sus autores, presentando experiencias, realidades y propuestas que ayudan a interpretar mejor la misión encomendada a sus profesionales docentes por la institución.

Diecisiete (17) de los diecinueve (19) posts que he colgado en Rincón del Director de  Decroly Digital este verano, recogen información y mis reflexiones sobre temas relacionados con la educación, la formación y el empleo. Todos ellos tienen un denominador común: incentivar la innovación con el fin de mejorar la calidad del servicio educativo que proporcionamos para que el alumnado alcance los resultados deseados cuando decidió matricularse en nuestro centro.

Pero también quiero destacar las publicaciones en el mes de julio de un considerable grupo de profesores cuyas aportaciones recogí en El cambio educativo en Decroly Digital, publicado el pasado día 4. Me voy a quedar con una cita de Pablo Garralda en Un año mayor, publicado el pasado 14 de julio –muy recomendable-. Dice más o menos así, al referirse  a la relación con los alumnos en su primer año en Decroly: “creo que hemos pasado buenos momentos, algunos muy divertidos. Los alumnos han aprendido de mí y yo, para ser sincero, también he aprendido mucho de ellos”. Se me ha grabado el mensaje que traslada esta expresión espontánea y sincera, estoy seguro, de Pablo. Integremos esas manifestaciones en nuestra práctica educativa todos los profesionales docentes para que el aprendizaje se produzca en armonía, con cordialidad y en equipo colaborativo profesor- alumnos. ¡Enhorabuena, Pablo!

La idea que me ha llegado al leer tu artículo da pié para iniciar un máster en educación contemporánea. Has conseguido crear un ambiente de trabajo en el aula estupendo, dando protagonismo real al alumnado durante su proceso de aprendizaje en el que todos aprenden, ¡también el profesor! Ese es el camino. La historia de la educación nos proporciona multitud de ejemplos en los que todo el protagonismo en la escuela gira alrededor del alumno; de su Entorno personal de aprendizaje, Óscar Rodríguez dixit; de las emociones y de los sentimientos; del aprendizaje cooperativo; de la atención personalizada, en suma, de cada estudiante para proporcionar a cada uno “la medicina” que necesite de acuerdo con su talento y circunstancias familiares y sociales.

¡Adiós al café para todos! Esa “medicina”, aplicada en los últimos 20 años vía LOGSE y LOE, propició una formación uniforme; igualitaria; limitadora de la libertad de enseñanza y de la autonomía pedagógica; alejada de la atención a la diversidad del alumnado, en el más amplio sentido de la palabra; con escasas actuaciones y recursos para aquellos discentes con necesidades educativas especiales, por defecto y por exceso; incapaz de frenar el fenómeno del abandono escolar, el más alto de la UE; con una carga ideológica partidista inasumible por el conjunto de la sociedad española; poco exigente y ajena al respeto y el esfuerzo; más preocupada por los derechos que por los deberes;…

Con todo mi respeto al conjunto del sistema educativo quiero, sin embargo, sacar pecho a favor de la formación profesional en su conjunto de regímenes y modalidades. Reconozco que puedo tener cierta deformación profesional. Pero, quizá porque siempre nos ha tocado “bailar con el más feo” a quienes hemos dedicado nuestra vida laboral a la educación en ese ámbito podemos presumir de conseguir más con menos, en los últimos 10 años, por ejemplo. Más alumnos en el sistema con menos recursos físicos y equipamientos; más permeabilidad para adaptarnos a las constantes exigencias cualificadoras del entorno productivo; constante adaptación a los cambios normativos pero con menos recursos humanos, también, para atender transversalmente necesidades imperiosas, como las derivadas del fenómeno de la inmigración, la multiculturalidad y el impacto lingüístico.

En Decroly, que aspiramos a convertirnos –si no lo somos- en referencia de proveedores de formación profesional, tanto para los ciudadanos interesados en la FP inicial, como para aquellos otros provenientes del mundo laboral, hemos apostado por incorporar el cambio permanente a nuestra política de calidad y a la cultura corporativa de nuestra empresa. No hay opción ni alternativa posible. Nuestra misión consiste en posicionarnos en la vanguardia del modelo y del sistema. Eso se logra, si se me permite la laconicidad, dada la extensión de este post, de la siguiente manera:

1- propiciando la creatividad e innovación permanentes, un compromiso de Decroly reflejado en muchos posts de profesores y que, los publicados el pasado mes de julio, fueron sintetizados en El cambio educativo en Decroly Digital;
2- centrando todos los esfuerzos en la figura del alumno, promoviendo una atención individualizada, en su Entorno personal de aprendizaje, fomentando valores y contemplando una acción tutorial específica que refuerce la orientación personal, académica y profesional, que conduzca al El éxito educativo de todos los estudiantes, hoy Estudiantes del siglo XXI;
3- incentivando la formación permanente del profesorado, particularmente en el desarrollo de sus competencias digitales, algunas de ellas reflejadas en DIEZ COMPETENCIAS DIGITALES BÁSICAS… ¡DEL PROFESOR!, junto con la interiorización y aplicación de los doce principios básicos que caracterizan al profesor de hoy, recogidos en EL PROFESOR FACILITADOR: QUÉ DEBE HACER Y EVITAR.

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