Esta frase bíblica me viene como anillo al dedo para manifestar mi total apoyo a la Ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, en su determinación por impulsar una reforma integral de la orientación profesional de los alumnos como eje de una educación personalizada.
Ello no es óbice, sin embargo, para expresar mi rechazo más contundente a sus recientes manifestaciones en las que cuestiona el alcance del artículo 27 de la Constitución respecto al derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos y, por tanto, el centro en el que les escolaricen en función de su ideario y proyecto educativo.
La Señora Ministra no debería alimentar con sus “extemporáneos” y “provocativos” discursos comportamientos conducentes a convertir la educación en un arma arrojadiza en manos de políticos intolerantes, populistas, radicales e irresponsables que desprecian a quienes disienten de sus sectarias posiciones ideológicas con una sonrojante falta de respeto.
La perplejidad y el asombro que me causaron aquellas declaraciones, realizadas en un foro especialmente sensible como es el congreso anual de Escuelas Católicas, me sumieron en un lamentable y doloroso estado de ánimo del que, a duras penas, me recupero tras el impactante shock emocional que me produjeron. Este sentimiento adquiere un significado de máxima preocupación después de conocerse el argumentario remitido por el partido socialista a sus organizaciones territoriales en este crítico momento histórico, secuestrado por el “sanchismo”, en el que supedita la elección de centro a lo que determine el Estado.
Ya no me cabe la menor duda; tampoco, estoy seguro, a la inmensa mayoría de ciudadanos españoles que abogan por la tolerancia, el respeto y el cumplimiento de la Constitución y las leyes. Parece que se avecina un nuevo ataque a la concertada si se confirma, como todos los síntomas anticipan, un nuevo Gobierno Frankenstein presidido por el honorable Pedro Sánchez y su fiel escudero Pablo Manuel Iglesias Turión.
Dicho lo anterior, quiero volver al inicio de este escrito, a la entradilla, en el que informo sobre el impulso de la reforma integral de la orientación profesional de los alumnos como eje de una educación personalizada, anunciado por la Ministra Celaá. Así lo recogió, en primera instancia una Nota de Prensa publicada en la web del Gobierno el pasado jueves, 21 de noviembre.
Veamos algunas reflexiones que aprecio en esa publicación a la vez que transcribo, literalmente, algunos mensajes deslizados por la Ministra Celaá.
“La orientación profesional de los alumnos es uno de los elementos esenciales de la educación no universitaria y uno de los pilares de la formación personalizada a la que debe tender el sistema educativo español. La orientación profesional de los alumnos es uno de los elementos esenciales de la educación no universitaria y uno de los pilares de la formación personalizada a la que debe tender el sistema educativo español”. Así lo recoge la Nota de Prensa gubernamental en su introducción, refiriéndose a las manifestaciones de la Ministra de Educación y Formación Profesional en la inauguración de jornada de trabajo “El papel de la Orientación Profesional en el Sistema Educativo del siglo XXI”, organizada por el Ministerio de Educación y FP.
«Debemos abordar este desafío trabajando de la mano de las comunidades autónomas». «Si queremos una educación personalizada, debemos promover una orientación personalizada para todos los estudiantes de todas las etapas de secundaria».
«La orientación académica y profesional tiene un papel muy relevante en el proceso de modernización de nuestro sistema que estamos poniendo en marcha. Nuestro compromiso es avanzar con decisión hacia un modelo inclusivo y personalizado de aprendizaje orientado al éxito escolar, cognitivo y profesional de nuestros alumnos».
«Nuestra sociedad requiere un potente sistema de orientación profesional que garantice que la elección de itinerarios formativos y profesionales se haga contando con los elementos de juicio suficientes y sin condicionantes limitadores».
«Necesitamos una orientación profesional que dé a conocer la FP como una elección de primer orden, una opción de éxito tanto personal como social, y que los orientadores conozcan de primera mano estas enseñanzas».
«Reducir el abandono escolar temprano, promover las vocaciones por la Formación Profesional y por las titulaciones STEAM, así como por salidas profesionales con empleabilidad, son grandes objetivos de la política educativa que requieren una orientación profesional eficiente»
La orientación profesional del alumnado constituye uno de los ejes fundamentales del I Plan Estratégico de Formación Profesional del Sistema Educativo 2019-2022, impulsado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional y aprobado por el Consejo de Ministros el pasado viernes, 22 de noviembre.