El pasado martes, 15 de junio, la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, llevó al Consejo de Ministros su borrador del Anteproyecto de Ley Orgánica de Ordenación e Integración de la Formación Profesional para ser analizado en una primera lectura.
A partir de ahora se inicia la tramitación formal con las aportaciones de interlocutores sociales e informes de diferentes órganos consultivos para, posteriormente, volver de nuevo al Consejo de Ministros. Una vez aprobado el anteproyecto con las enmiendas y contribuciones de los precitados agentes sociales y otras entidades, comenzará la tramitación parlamentaria en ambas cámaras en el último trimestre del año, según fuentes gubernamentales.
A título de introducción, sirvan estos dos comentarios de la ministra Celaá:
“Uno de los objetivos prioritarios del ministerio que dirijo es transformar la Formación Profesional. Queremos que sea de primer nivel, que dé respuesta a las demandas del mercado laboral y responda a los intereses, expectativas y aspiraciones de cualificación profesional de las personas a lo largo de su vida».
“El nuevo modelo de Formación Profesional se sustenta en la participación, la corresponsabilidad pública y privada, la estrecha vinculación entre los centros de formación y las empresas, la conexión de la oferta con la realidad laboral, la innovación, la investigación aplicada y el emprendimiento”.
Cabe señalar, por otro lado, que la inmensa mayoría de los medios de comunicación se han hecho eco de esta iniciativa gubernamental que, una vez entre en vigor la Ley, va a transformar la Formación Profesional en España radicalmente. Por lo que a Decroly respecta, como medida preliminar, ha dado traslado a nuestra comunidad educativa de los documentos que sobre el particular ha publicado el Ministerio de Educación y Formación Profesional: el Anteproyecto Ley orgánica de ordenación e integración de la formación profesional y la Presentación anteproyecto de Ley de Formación Profesional.
De entre las innumerables publicaciones sobre el contenido del Anteproyecto me permito transcribir literalmente CINCO, a las que puedes acceder, también, pinchando en los siguientes enlaces: Público, SER, CIC-Construcción, RTVE y Educaweb.
La Ley de Formación Profesional contempla una educación dual y que
las empresas impartan hasta un 40% del currículo
Público
Martes, 15 de junio de 2021
La Ley de Formación Profesional contempla una educación dual y que las empresas impartan hasta un 40% del currículo
La futura norma establecerá una oferta modular y flexible dividida en cinco grados formativos permitiendo que cada persona diseñe y configure itinerarios propios adaptados a sus necesidades.
El Consejo de Ministros ha analizado este martes en primera lectura el anteproyecto de Ley Orgánica de Ordenación e Integración de la Formación Profesional, «una de las palancas de cambio» y «una de las leyes más importantes» que el Ejecutivo tiene proyectada a lo largo de esta legislatura, según ha afirmado la ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, en rueda de prensa posterior al Consejo.
Según el texto, que todavía está sujeto a cambios, el Gobierno pretende que las empresas puedan impartir entre un 20% y un 40% del currículo y que toda la Formación Profesional sea dual. «Por primera vez se regula en España el carácter dual de la Formación Profesional», ha celebrado la ministra de Educación y FP, Isabel Celaá, que ha desgranado algunos detalles del anteproyecto de ley.
La futura norma establece una oferta modular y flexible de Formación Profesional dirigida por primera vez a estudiantes y trabajadores, (tanto empleados como desempleados) y ordenada en itinerarios formativos que permiten la progresión a través de cinco grados ascendentes: Grado A (Acreditación parcial de competencias); Grado B (Certificado de Competencia Profesional); Grado C (Certificado Profesional); Grado D (Ciclos Formativos: Grado Básico, Grado Medio y Grado Superior); y Grado E (Cursos de especialización: título de especialista y Máster Profesional).
Esta nueva estructura facilitará el acceso a todo un abanico de formaciones de distinta duración y volumen de aprendizajes que incluye, por primera vez, unidades formativas o «microformaciones» (Grado A), hasta alcanzar los títulos y cursos de especialización (Grados D y E).
De esta forma, cada persona podrá diseñar y configurar itinerarios propios adaptados a sus expectativas profesionales, sus circunstancias personales o sus necesidades laborales, según ha comentado la ministra.
Toda la oferta en ciclos de los Grados C, D y E tendrá carácter dual y se dividirá en dos tipos: FP en Régimen dual general y FP en Régimen dual avanzado o en alternancia.
Se considerará FP de régimen dual general aquella formación cuya duración de la estancia en empresa sea de entre el 25% y el 35% de la duración total de la formación ofertada y cuando la empresa asuma hasta un 20% de los resultados de aprendizaje del currículo. Esta modalidad de FP dual tiene naturaleza de formación práctica tutorizada no generadora de vinculación contractual con el centro de trabajo, ni percepción de remuneración alguna.
Mientras, se considerará FP en régimen dual avanzado o en alternancia cuando la duración de la estancia en la empresa sea de entre el 35% y el 50% de la duración total de la formación y cuando la empresa asuma hasta un 40% de los resultados de aprendizaje o módulos profesionales del currículo. A diferencia de la FP dual general, esta modalidad de FP dual constituirá una relación contractual retribuida del estudiante con la empresa.
«Se refuerza así la relación entre los centros de FP y los centros de trabajo; la formación se hará tras la distribución previa de ambas partes de tareas formativas y de contenidos curriculares, siempre bajo la responsabilidad de las comunidades autónomas y los centros«, ha explicado Celaá, que apuesta por una FP «de primer nivel que dé respuestas a las demandas del mercado laboral y responda a los intereses, expectativas y aspiraciones de las personas a lo largo de su vida».
Más novedades
El documento regula también la participación en proyectos y organismos internacionales, la convocatoria de proyectos de formación entre centros españoles y extranjeros, así como la movilidad de alumnado y profesorado entre centros de distintos países.
En cuanto al profesorado de Formación Profesional, la futura Ley prevé la creación un nuevo cuerpo de profesores especialistas en sectores singulares de Formación Profesional, al que podrán acceder técnicos superiores de FP en determinadas especialidades.
Además, incluye como docentes de Formación Profesional del Sistema Educativo a los profesores y formadores que prestan servicios en centros o entidades no pertenecientes al Sistema Educativo. El borrador del anteproyecto también facilita que los docentes actualicen su formación con estancia en empresas.
Educación prevé acreditar las competencias profesionales de más de tres millones de trabajadores en cuatro años
Del mismo modo, la norma agiliza el sistema de acreditación de competencias profesionales adquiridas mediante la experiencia laboral y vías no formales de formación. Hasta la fecha, el proceso de acreditación de competencias era, según el Ministerio, «lento y poco eficiente», pues en una década sólo 300.000 personas pudieron lograr la acreditación de sus competencias. Ahora, con el nuevo sistema, Educación prevé acreditar las competencias profesionales de más de tres millones de trabajadores en cuatro años, de las cuales 450.000 se inician este año.
Y regula la relación entre las enseñanzas de Formación Profesional y las universitarias, pues el texto recoge el reconocimiento mutuo para facilitar el establecimiento de itinerarios formativos que reconozcan la formación previamente adquirida en ambas enseñanzas, e impulsa nuevos modelos de colaboración, desarrollo de proyectos compartidos y préstamo de espacios para generar transferencia de conocimiento y experiencia, crear innovación y optimizar recursos.
Sólo un 12% de los estudiantes son de FP
Según ha recordado Celaá, desde hace años, existe un «desequilibrio» entre el nivel de formación y las necesidades del mercado laboral. En 2021, en España sólo el 25% de la población activa dispone de cualificación intermedia y el 35% tiene cualificación baja.
Sin embargo, en 2025, el 50% de los trabajos requerirán un nivel de cualificación media (técnicos y técnicos superiores de Formación Profesional) y solo el 16% un nivel bajo, según datos del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional.
En el ámbito de la formación de la población activa, España dedica 17 horas anuales por trabajador, ocupando así el puesto 61 entre 100 países, según el Foro Económico Mundial. En Alemania, que ocupa el puesto 10, se invierten 50 horas.
Además, según los últimos datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), el 46% de la población activa carece de acreditación profesionalizante, lo que resta valor añadido a las empresas y sitúa a los trabajadores en una situación más vulnerable.
Por otra parte, sólo el 12% de los jóvenes españoles están matriculados en Formación Profesional, frente al 25% en la OCDE y el 29% en la Unión Europea.
Las líneas maestras de la nueva ley de Formación Profesional
- Este martes, el Gobierno ha analizado el borrador de la nueva Ley de Formación Profesional que da más poder a las empresas, a la hora de configurar la
formación de los alumnos, a los que también tendrán que evaluar - La nueva norma contempla además que los estudiantes de FP puedan estudiar materias de grados universitarios y realizar cursos de reciclado de 50 horas,
con titulación oficial, a lo largo de toda la vida
SER
Martes, 15 de junio de 2021
El anteproyecto de ley de Formación Profesional (FP) que este martes ha llegado al Consejo de Ministros declara dual toda la FP (todos los alumnos habrán realizado entre un 25 y un 50% de su formación en la empresa), crea pasarelas con la universidad e incorpora el bilingüismo. Tras la reunión, la ministra de Educación, Isabel Celaá, lo ha presentado como «un salto radical respecto al anterior proyecto» que se basa en que sea una formación «a lo largo de la vida» con una estrecha relación con la empresa. «La formación es para este Gobierno una estrategia de país, una prioridad», ha afirmado la ministra que también ha puesto en valor el diálogo con los distintos agentes sociales para poder sacar adelante esta ley.
Todos los estudiantes de FP tendrán que cursar como mínimo un 25% de las horas en empresas
Estas son las principales novedades respecto a la regulación vigente (ley orgánica de las Cualificaciones y de la Formación Profesional de 2002) a la que deroga:
– Se presenta un sistema único de Formación Profesional que acompañe a las personas desde el sistema educativo y durante toda su vida laboral, superando los dos subsistemas actuales: uno laboral para desempleados y trabajadores y otro formativo, continuación de la etapa educativa.
– Crea pasarelas entre la FP y la universidad de forma que los alumnos de estos estudios podrán cursar asignaturas en la universidad y viceversa.
– Establece un modelo de FP de reconocimiento y de acreditación de competencias basado en itinerarios formativos y estructurado en cinco grados ascendentes (A, B, C, D y E) y que van desde las microformaciones (grado A) hasta los títulos y cursos de especialización (grados D y E).
– La titulación que otorga el curso de especialización de FP es la de Máster profesional.
También agiliza el sistema de acreditación de competencias profesionales adquiridas mediante la experiencia laboral y vías no formales de formación.
Se prevé la acreditación de ➕3 millones de trabajadores/as en cuatro años. Este año se empezará a acreditar a 450.000 personas.
– Declara dual toda la FP de los grados C, D y E. Todos los estudiantes de FP habrán pasado por una empresa y habrán realizado parte de su formación en ella.
– Por primera vez, toda la FP será dual con dos velocidades», ha dicho la ministra que ha pasado a explicarlo: estancia en la empresa entre el 25 y 35% del tiempo de formación para FP dual general, y estancia entre el 35 y el 50% del tiempo de formación para FP dual avanzada.
– Crea un nuevo cuerpo de profesores especialistas en sectores singulares de FP, donde podrán impartir docencia técnicos superiores de Formación Profesional.
– Internacionaliza la FP y se contempla la creación de dobles titulaciones, fruto de acuerdos internacionales, que permitan adquirir simultáneamente el título en dos países.
– Se incorpora el bilingüismo a la FP así como la formación en lenguas extranjeras.
– Crea el nuevo Registro estatal de Formación Profesional que permitirá a cualquier ciudadano acceder al mismo y obtener una vida formativa-profesional actualizada.
– Absolutamente novedoso es el Catálogo de ofertas de Formación Profesional que incluye, por primera vez, todas aquellas que se pueden cursar en España, desde las más amplias hasta las microformaciones.
– Se aborda la regulación de los centros extranjeros que imparten FP en España.
– Articula por primera vez los objetivos de la evaluación y calidad del sistema y la obligatoriedad de un informe anual del estado de la Formación Profesional.
– Regula la corresponsabilidad entre el papel de los centros y las empresas en la formación y las diferentes modalidades de oferta: presencial, virtual, mixta o modular y las especificidades de colectivos concretos.
– Prevé la adaptación de personas o colectivos con necesidades específicas de apoyo o dificultades de inserción laboral.
El anteproyecto de Ley Orgánica de FP apuesta por un sistema único
que conecta la formación con el empleo
CIC-Construcción
Miércoles, 16 de junio de 2021
El anteproyecto de Ley Orgánica de FP apuesta por un sistema único que conecta la formación con el empleo
La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, presentó este martes, 15 de junio, al Consejo de Ministros, en primera lectura, el borrador del anteproyecto de la futura Ley Orgánica de Ordenación e Integración de la Formación Profesional. El texto consolida el sistema único de Formación Profesional impulsado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP), que integra la FP del sistema educativo y la FP para el empleo en un solo modelo al servicio de estudiantes y trabajadores empleados o desempleados.
“Uno de los objetivos prioritarios del ministerio que dirijo es transformar la Formación Profesional. Queremos que sea de primer nivel, que dé respuesta a las demandas del mercado laboral y responda a los intereses, expectativas y aspiraciones de cualificación profesional de las personas a lo largo de su vida”, destacó Isabel Celaá.
DESDE HACE AÑOS EXISTE UN DESEQUILIBRIO ENTRE EL NIVEL DE FORMACIÓN Y LAS NECESIDADES DEL MERCADO LABORAL. EN 2021, EN ESPAÑA SOLO 25% DE LA POBLACIÓN ACTIVA DISPONE DE CUALIFICACIÓN INTERMEDIA Y EL 35% TIENE CUALIFICACIÓN BAJA
“El nuevo modelo de Formación Profesional se sustenta en la participación, la corresponsabilidad pública y privada, la estrecha vinculación entre los centros de formación y las empresas, la conexión de la oferta con la realidad laboral, la innovación, la investigación aplicada o el emprendimiento”, añadió.
Con la nueva norma, y el Plan de Modernización de la Formación Profesional que ya se está desarrollando, el MEFP quiere convertir estas enseñanzas en un itinerario de primera para jóvenes y trabajadores, que permita también la actualización continua de sus competencias profesionales.
Desequilibrio entre formación y necesidades
Como apuntan desde el ministerio, desde hace años existe un desequilibrio entre el nivel de formación y las necesidades del mercado laboral. En 2021, en España solo 25% de la población activa dispone de cualificación intermedia y el 35% tiene cualificación baja.
Sin embargo, en 2025, el 50% de los trabajos requerirán un nivel de cualificación media (técnicos y técnicos superiores de Formación Profesional) y solo el 16% un nivel bajo, según datos del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional.
En el ámbito de la formación de la población activa, España dedica 17 horas anuales por trabajador, ocupando así el puesto 61 entre 100 países, según el Foro Económico Mundial. En Alemania, que ocupa el puesto 10, se invierten 50 horas.
Además, según los últimos datos de la última Encuesta de Población Activa, el 46% de la población activa carece de acreditación profesionalizante, lo que resta valor añadido a las empresas y sitúa a los trabajadores y trabajadoras en una situación más vulnerable. Por otra parte, solo el 12% de los jóvenes españoles están matriculados en Formación Profesional, frente al 25% en la OCDE y el 29% en la Unión Europea.
Para superar estos retos, el anteproyecto que acaba de presentarse establece “un nuevo ordenamiento más flexible, que responde a las demandas de Formación Profesional de la ciudadanía”.
De las microformaciones a los cursos de especialización
La futura norma establece una oferta única, modular y flexible de Formación Profesional dirigida, por primera vez, a estudiantes y trabajadores (tanto empleados como desempleados) y ordenada en itinerarios formativos que permiten la progresión a través de cinco grados ascendentes:
- Grado A: Acreditación parcial de competencias
- Grado B: Certificado de Competencia Profesional
- Grado C: Certificado Profesional
- Grado D: Ciclos Formativos (Grado Básico, Grado Medio y Grado Superior)
- Grado E: Cursos de especialización (título de especialista y Máster Profesional)
CON EL NUEVO SISTEMA, EL MEFP PREVÉ ACREDITAR LAS COMPETENCIAS PROFESIONALES DE MÁS DE TRES MILLONES DE TRABAJADORES EN CUATRO AÑOS, DE LAS CUALES 450.000 SE INICIAN ESTE AÑO
Esta nueva estructura facilitará el acceso a todo un abanico de formaciones de distinta duración y volumen de aprendizajes que incluye, por primera vez, unidades formativas o microformaciones (Grado A), hasta alcanzar los títulos y cursos de especialización (Grados D y E). De esta forma, cada persona podrá diseñar y configurar itinerarios propios adaptados a sus expectativas profesionales, sus circunstancias personales o sus necesidades laborales.
Toda la FP será Dual
Toda la oferta en ciclos de los Grados C, D y E tendrá carácter dual y se dividirá en dos tipos:
- Formación Profesional Dual general: con un periodo de estancia en empresa de entre el 25% y el 35%de la duración total de la formación, y el compromiso de la empresa de asumir hasta un 20% de los contenidos y resultados de aprendizaje del currículo. En esta tipología, la fase dual se distribuirá a lo largo de todos los cursos y no tendrá carácter laboral.
- Formación Profesional Dual avanzada: con una formación en empresa entre el 35% y el 50% de la duración total de la formación, así como la impartición por parte del centro de trabajo de hasta un 40% de los módulos profesionales del currículo. En esta modalidad se establece una relación contractual del estudiante con la entidad.
Se refuerza así la relación entre los centros de Formación Profesional y los centros de trabajo de su entorno. La formación se impartirá tras una distribución previa entre ambas partes de las tareas formativas y de los contenidos curriculares, siempre bajo la responsabilidad de las CCAA y los centros.
El contacto con la empresa se promoverá a partir del primer trimestre de formación y cada estudiante deberá disponer de un plan personalizado. El texto incorpora la figura del tutor dual del centro y del tutor dual de empresa que llevarán a cabo, entre otras tareas, la evaluación de los aprendizajes del alumnado en cada uno de sus respectivos espacios, aunque la evaluación final será responsabilidad del centro educativo.
Acreditación de competencias
La norma también agiliza el sistema de acreditación de competencias profesionales adquiridas mediante la experiencia laboral y vías no formales de formación. El texto consolida el procedimiento abierto de manera permanente para cualquier competencia iniciado el pasado mes de marzo con la aprobación del Real Decreto 143/2021BOE.
Hasta ese momento, el proceso de acreditación de competencias era lento y poco eficiente, hasta el punto de que en una década, tan solo 300.000 personas pudieron lograr la acreditación de sus competencias. Con el nuevo sistema, el MEFP prevé acreditar las competencias profesionales de más de tres millones de trabajadores en cuatro años, de las cuales 450.000 se inician este año.
Instrumentos de gestión
El anteproyecto de ley crea nuevos instrumentos de gestión para ordenar el nuevo sistema de Formación Profesional:
- Se crea un Registro Estatal de Formación Profesional, que permitirá a cualquier ciudadano acceder al mismo y obtener un informe de vida formativa-profesional actualizado con su experiencia formativa.
- Se crea también un Catálogo Modular de Formación Profesional, en el que se determinarán los módulos profesionales vinculados a cada uno de los estándares de competencia, y un Catálogo de Ofertas de Formación Profesional, que determinará el conjunto de las acciones formativas disponibles.
- Además, se sustituye el actual Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales por el Catálogo de Estándares de Competencia Profesional, en línea con la terminología europea.
Nuevo cuerpo docente
En cuanto al profesorado de Formación Profesional, la futura ley prevé la creación un nuevo cuerpo de profesores especialistas en sectores singulares de Formación Profesional, al que podrán acceder técnicos superiores de FP en determinadas especialidades.
Además, incluye como docentes de Formación Profesional del Sistema Educativo a los profesores y formadores que prestan servicios en centros o entidades no pertenecientes al Sistema Educativo. El borrador de anteproyecto también facilita que los docentes actualicen su formación con estancia en empresas.
La futura ley también atiende a una de las recomendaciones de la Unión Europea en materia de internacionalización. El documento regula la participación en proyectos y organismos internacionales, la convocatoria de proyectos de formación entre centros españoles y extranjeros, así como la movilidad de alumnado y profesorado entre centros de distintos países.
El texto presentado este martes en primera lectura por Isabel Celaá inicia ahora su tramitación formal con las aportaciones de interlocutores sociales e informes de diferentes órganos consultivos para volver de nuevo al Consejo de Ministros. Tras su aprobación por el Gobierno, comenzará la tramitación parlamentaria en ambas cámaras en el último trimestre del año.
Las claves de la nueva Formación Profesional: más flexible,
con microformaciones y con más prácticas
Este martes la ministra de Educación lleva su borrador del
anteproyecto de ley de FP al Consejo de Ministros
RTVE
Martes, 15 de junio de 2021
El Gobierno propone cambiar el modelo actual de Formación Profesional con títulos más flexibles
La reforma de la Formación Profesional que prepara el Ministerio de Educación, cuyo anteproyecto de ley ha llegado este martes al Consejo de Ministros en primera lectura, supondrá más flexibilidad, con microformaciones y títulos de másteres de especialización, con pasarelas con la universidad, bilingüe y con más prácticas en empresas.
Según el anteproyecto de ley, al que ha tenido acceso RTVE, se integra en un solo sistema la actual FP educativa y la FP para el empleo, creando un sistema formativo más dinámico, y regulará también el reconocimiento de otras vías de adquisición de competencias, como por ejemplo la experiencia laboral.
«Uno de los objetivos prioritarios del Gobierno es transformar la FP porque queremos que sea de primer nivel, que dé respuesta a las demandas del mercado laboral y responda a los intereses de las personas», ha explicado la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.
Isabel Celaá: «La futura ley de FP supone un salto radical» – ver ahora
En la nueva legislación todas las ofertas formativas tendrán carácter acreditable y se podrán acumular. De esta manera se permitirá a cada persona progresar en su itinerario de formación y obtener acreditaciones, certificaciones y titulaciones con reconocimiento estatal y europeo.
Entre las principales novedades está la creación de pasarelas entre la FP y la universidad, de forma que los alumnos de Formación Profesional podrán cursar asignaturas en la universidad y viceversa.
Cinco vías formativas
Así, se abren cinco caminos formativos, que se clasifican de A a E, en función de los conocimientos que se adquieren y del número de horas que supone cada uno. Las tres primeras vías, A, B y C, son formaciones más cortas, mientras que el D son los ciclos de larga duración y el E supone la especialización.
En el caso de la A, se trataría de microformaciones, pequeños cursos de entre 30 y 50 horas, con los que se adquiriría una acreditación parcial. El B supondría estudiar un módulo de un ciclo formativo y se obtendría un certificado de competencia, mientras que en el C se lograría un certificado profesional tras el estudio de varios módulos.
La opción D englobaría a la actual Formación Profesional, con sus ciclos de grado básico y medio, de dos cursos académicos, y su ciclo de grado superior, con dos o tres cursos. Con esta opción se obtendría una titulación básica, técnica o superior.
Y el E supondría la realización de los nuevos másteres de especialización de seis meses de duración que se crean para los estudiantes que hayan conseguido el título de FP superior y con los que se adquiere la titulación de máster profesional.
En definitiva, según Celaá, la reforma de la FP permitirá que «cada persona pueda diseñar sus propios itinerarios formativos» y cada estudiante «tendrá un plan personalizado».
Además, la nueva FP también incorpora el bilingüismo y la formación en lenguas extranjeras, y se abre también la posibilidad de realizar estancias en otro país durante la formación. Asimismo se contempla la creación de dobles titulaciones, fruto de acuerdos internacionales, que permiten adquirir simultáneamente el título de dos países.
Formación Profesional Dual
Otra de las novedades de esta nueva Formación Profesional es que sería completamente dual, es decir, que la formación teórica práctica recibida en un centro educativo se combinará con la actividad práctica en un centro de trabajo.
En el curso 2019-2020, un total de 32.919 alumnos se matricularon en Formación Profesional Dual, 6.579 estudiantes más que el curso anterior y 10.333 más que el 2017-2018. Sin embargo, los alumnos de FP dual representan sólo el 4,2% del total de estudiantes de FP.
En el anteproyecto de ley, se fija que en las opciones formativas C, D y E, será obligatorio cursar entre el 25% y el 50% realizando prácticas en empresas, con lo que se refuerza la conexión con los centros laborales.
Dentro de la FP Dual existen dos opciones, la general que supondría cursar entre el 25% y el 35% en empresas, sin que suponga ninguna relación contractual, y la enseñanza dual avanzada, en la que habría que cursar entre el 35 y el 50% en un centro de trabajo y que sí llevaría aparejado un contrato laboral. Y aunque las empresas podrán evaluar entre el 20% y el 40%, «la evaluación final será del centro educativo».
Además, la nueva ley creará un nuevo cuerpo de profesores especialistas en sectores singulares de la Formación Profesional que garantizará la permanencia de los docentes cuya «extinción» fija la última reforma educativa al carecer de título universitario.
En este cuerpo estarán incluidas diez especialidades: Cocina y pastelería; Estética; Fabricación e instalación de carpintería y mueble; Mantenimiento de vehículos; Mecanizado y mantenimiento de máquinas; Patronaje y confección; Peluquería; Producción en artes gráficas; Servicios de restauración y Soldadura.
Incrementar el número de estudiantes de FP
Con este anteproyecto de ley, lo que pretende el departamento de Isabel Celaá es sacar a nuestro país de la lista de países con menos alumnos en FP. Ahora solo el 12% de los estudiantes eligen esta opción, cuando en la Unión Europea es del 25% y en los países de la OCDE asciende al 29%, a pesar de que la tasa de estudiantes se incrementó un 18,6% en los últimos cinco cursos y llegó en el 2019-2020 a 891.505 estudiantes.
Celaá ha explicado que el anteproyecto de ley surge para resolver algunos problemas estructurales, como el «desequilibrio entre la formación y las necesidades del mercado de trabajo, la baja acreditación de las competencias profesionales, el escaso tiempo que se atribuye a la formación de los trabajadores y la baja tasa de matriculación en Formación Profesional» y tiene previsto que sea aprobada para finales de año.
Además, el texto continúa el trabajo de transformación de la FP iniciado en 2018 por Celaá y se trata de una apuesta por una FP «más moderna, flexible e innovadora», que «se anticipe a las necesidades del modelo productivo». «La futura ley supone un salto radical con respecto a la regulación de estos estudios», ha explicado la titular de Educación.
Además, la futura ley pretende actualizar hasta el 80% de las cualificaciones profesionales existentes y doblar el número de trabajadores formados en España, donde la mitad de su población activa (11 millones) no puede acreditar sus competencias profesionales.
El anteproyecto de la Ley de FP dedica un capítulo a
la orientación profesional
Educaweb
Jueves, 17 de junio de 2021
El texto presenta un «sistema único de formación profesional» que permite acompañar a las personas desde el sistema educativo y durante toda la vida laboral, superando la distinción entre los ciclos de Formación Profesional y la FP para el empleo
Que las personas sean lo que desean ser y que las empresas encuentren los profesionales que necesitan. Con esta idea comienza el Anteproyecto de Ley Orgánica de Ordenación e Integración de la Formación Profesional presentado esta semana por la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá.
Esta normativa supone «un salto radical» respecto a la regulación anterior, dado que pretende una «transformación global» del sistema de formación profesional a través de la creación de un sistema único de formación profesional que «acompañe a las personas desde el sistema educativo y durante toda su vida laboral, superando los dos subsistemas independientes existentes hasta ahora«: el educativo de la Formación Profesional y el laboral de la FP para el empleo.
De esta manera, asegura el texto, el país se encontrará en mejores condiciones para satisfacer los intereses, expectativas y aspiraciones de cualificación profesional de las personas a lo largo de su vida, al mismo tiempo que permitirá a las empresas encontrar los profesionales que necesitan y, de este modo, aumentar el empleo, la productividad, la competitividad y la sostenibilidad de la economía.
Un capítulo dedicado exclusivamente a la orientación profesional
Entre las novedades del anteproyecto de la Ley de FP se encuentra la inclusión de un capítulo o «título» dedicado en exclusiva a la orientación profesional. Se trata del título VII y en él se aborda el proceso de orientación «de una forma integrada» y se definen, «por primera vez en norma básica», sus objetivos, fines y condiciones de prestación. Y para evitar cualquier duda, la normativa incluye una definición de orientación profesional:
«El proceso de información y acompañamiento en la planificación personal del itinerario formativo y profesional en el marco del sistema de formación profesional, que incluye, al menos, los siguientes ámbitos: posibilidades de formación profesional, elección de una profesión, perfeccionamiento, cambio de profesión, evolución del mercado laboral y oportunidades de emprendimiento» (artículo 2).
En el artículo 93.1. se explica que la orientación profesional se prestará a «personas, empresas, organismos e instituciones de manera diferenciada» y en el marco de cualquier oferta de formación profesional. Además, se desarrollará con un «planteamiento holístico» que incluirá información, asesoramiento y acompañamiento. Para ello, prosigue el articulado, será fundamental contar con el apoyo de las diferentes administraciones autonómicas.
Seguidamente se explica el cometido y los fines de la orientación profesional (artículo 95, sin dotar de contenido al 94), entre los que figuran el desarrollo personal y profesional de las personas, a través de información «proactiva» y personalizada sobre las ventajas de la acreditación de las competencias y la cualificación y recualificación permanentes, entre otros aspectos.
En cuanto a las condiciones de la prestación, se indica claramente que «toda persona tendrá derecho a una orientación flexible y gratuita, que se adapte a sus necesidades específicas e incluya la acreditación de competencias profesionales adquiridas en la experiencia laboral» (art. 96.1.). Para ello, se crearán «puntos de orientación» dependientes del sistema de formación profesional que requerirán de la colaboración, cooperación y coordinación interadministrativas. La orientación deberá adaptarse a cada persona, incluidos «grupos de difícil acceso» como jóvenes en riesgo de exclusión, desempleados de larga duración, mayores de 50 años, personas con discapacidad o minorías.
El artículo 97 hace referencia a lo que denomina «estrategia general de orientación profesional«, que establecerá el modelo de orientación a desarrollar, las medidas, los instrumentos y los recursos necesarios; diseñará las actuaciones; definirá los criterios para evaluar la calidad de la orientación; promoverá la creación de un sistema de información «actualizado y dinámico» sobre la formación profesional y el mercado laboral, incluido el uso de plataformas digitales; y promoverá estudios e investigaciones sobre el tema.
La cooperación y coordinación del servicio de orientación será fundamental para garantizar su éxito, por lo que el artículo 98 se vuelve a insistir en ello y en la necesidad de garantizar la existencia de «puntos permanentes de orientación».
Entre los protocolos de actuación mencionados en el artículo 99, se destaca la importancia de ofrecer una orientación personalizada y aprovechar la digitalización.
La organización estipulada en el artículo 100 recae sobre los centros de formación profesional y las administraciones. Los primeros «deberán prestar el servicio de orientación profesional» según el protocolo anterior; y las segundas, «asegurar, en el ámbito de sus respectivas competencias, la prestación de orientación profesional en cualquier centro o entidad de formación autorizada para impartir ofertas del sistema de formación profesional».
Finalmente, el artículo 101 se centra en los profesionales de los servicios de orientación. Estas son las competencias que deberán poseer los profesionales de la orientación:
- Conocimientos prácticos específicos de las realidades territoriales en sus dimensiones económica y laboral.
- Capacidades para interpretar la información y las previsiones sobre el mercado laboral, así como la evolución de las cualificaciones en los distintos sectores.
- Competencias digitales que les habiliten para utilizar herramientas de evaluación, comunicarse a distancia con los usuarios, fomentar el aprendizaje colaborativo e individual y facilitar información sobre el modo en que los usuarios pueden mejorar sus propias competencias digitales.
- Conocimientos sobre el funcionamiento del sistema de formación profesional y la tipología de ofertas, así como sobre la formación no vinculada a este sistema.
- Conocimientos sobre instrumentos de financiación de la formación, soportes al emprendimiento y la innovación y otros recursos que pueden beneficiar a los usuarios
Las administraciones serán las responsables de velar por la «formación inicial y continua» de dichos profesionales.
Si quieres leer con detalle todo lo referente a la orientación profesional, puedes leer el Anteproyecto de Ley Orgánica de Ordenación e Integración de la Formación Profesional a partir de la página 102.
Otras novedades del anteproyecto de Ley de FP
Tras analizar en profundidad el articulado dirigido específicamente a la orientación profesional, te presentamos una síntesis de otras novedades incluidas en el anteproyecto presentado por la ministra Isabel Celaá el pasado 15 de junio ante el Consejo de Ministros.
- De las microformaciones a los cursos de especialización. La futura norma ofrece una oferta única tanto para estudiantes como trabajadores, que permite ascender a través de cinco niveles o grados en función de los requisitos previos que posea la persona: (A) Acreditación parcial de competencias; (B) Certificado de Competencia Profesional; (C) Certificado Profesional; (D) Ciclos Formativos (Grado Básico, Grado Medio y Grado Superior) y (E) Cursos de especialización (título de especialista y Máster Profesional).
- La formación profesional seráDual en los grados C, D y E. Se distingue entre una FP Dual general y otra avanzada. En la primera se prevé una estancia en la empresa de entre el 25% y el 35% de la duración total de la formación, y el compromiso de la empresa de asumir hasta un 20% de los contenidos y resultados de aprendizaje del currículo. En la avanzada, la formación en la empresa será entre el 35% y el 50% y la impartición por parte del centro de trabajo de hasta un 40% de los módulos profesionales del currículo. En esta última modalidad sí hay relación contractual del estudiante con la entidad. El texto también incorpora la figura del tutor dual del centro y del tutor dual de empresa.
- Pasarelas con la universidad. El anteproyecto recoge el reconocimiento mutuo para facilitar el establecimiento de itinerarios formativos que reconozcan la formación previamente adquirida en la formación profesional de grado superior y las enseñanzas universitarias. Además, impulsa nuevos modelos de colaboración, desarrollo de proyectos compartidos y préstamo de espacios para generar transferencia de conocimiento y experiencia, crear innovación y optimizar recursos.
- Nuevo cuerpo docente de profesores especialistas. La futura ley prevé la formación de un nuevo cuerpo de profesores especialistas en sectores singulares de FP, al que podrán acceder técnicos superiores de FP en determinadas especialidades. Además, incluye como docentes de Formación Profesional del sistema educativo a los profesores y formadores que prestan servicios en centros o entidades no pertenecientes al dicho sistema. El borrador también facilita que los docentes actualicen su formación con estancia en empresas.
- Acreditación de competencias. La norma agiliza el sistema de acreditación de competencias profesionales adquiridas mediante la experiencia laboral y vías no formales de formación. El texto consolida así el procedimiento iniciado el pasado mes de marzo con la aprobación del Real Decreto 143/2021.
- Internacionalización de la formación. El texto regula la participación en proyectos y organismos internacionales, la convocatoria de proyectos de formación entre centros españoles y extranjeros, así como la movilidad de alumnado y profesorado entre centros de distintos países.
- Nuevos instrumentos de gestión. Está prevista la creación de un Registro Estatal de Formación Profesional, que permitirá a cualquier ciudadano acceder al mismo y obtener un informe de vida formativa-profesional actualizado con su experiencia formativa. También se confeccionará un Catálogo Modular de Formación Profesional, en el que se determinarán los módulos profesionales vinculados a cada uno de los estándares de competencia, y un Catálogo de Ofertas de Formación Profesional, que determinará el conjunto de las acciones formativas disponibles. Todos los centros, sean centros educativos o entidades autoridades para la FP para el empleo, deberán estar inscritos en el Registro Estatal de Centros Docentes no Universitarios o en el Registro de Entidades de Formación Profesional, según su pertenencia o no al sistema educativo no universitario. Además, se sustituye el actual Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales por el Catálogo de Estándares de Competencia Profesional, en línea con la terminología europea.
El Anteproyecto de Ley Orgánica de Ordenación e Integración de la Formación Profesional presentado por Isabel Celaá inicia ahora su tramitación formal con las aportaciones de interlocutores sociales e informes de diferentes órganos consultivos para volver de nuevo al Consejo de Ministros. Tras su aprobación por el Gobierno, comenzará la tramitación parlamentaria en ambas cámaras en el último trimestre del año.
¿Sabías que…?
- En 2021, en España solo 25% de la población activa dispone de cualificación intermedia y el 35% tiene cualificación baja, según el MEFP.
- El 12% de los jóvenes españoles están matriculados en Formación Profesional, frente al 25% en la OCDE y el 29% en la Unión Europea.
- En 2025, el 50% de los trabajos requerirán un nivel de cualificación media (técnicos y técnicos superiores de Formación Profesional) y solo el 16% un nivel bajo, según datos del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional.
- España dedica 17 horas anuales por trabajador o trabajadora a la formación de la población activa, ocupando así el puesto 61 entre 100 países, según el Foro Económico Mundial. Alemania invierte 50 horas y ocupa el lugar número 10.
- El 46% de la población activa carece de una acreditación profesionalizante, según los últimos datos de la última Encuesta de Población Activa. Esto resta valor añadido a las empresas y sitúa a los trabajadores y trabajadoras en una situación más vulnerable.
Enlaces de interés:
– Anteproyecto Ley orgánica de ordenación e integración de la formación profesional (15-06-2021)
– Presentación anteproyecto de Ley de Formación Profesional (15-06-2021)
– Agenda 2030 (2015-2030)
– 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (2015-2030)
– Presentación I Plan Estratégico de Formación Profesional del Sistema Educativo
– I Plan estratégico de Formación profesional del sistema Educativo (2019-2022)
– Plan de Modernización de la Formación Profesional (2020-2023)
– Plan de Acción de Educación Digital (2021-2027)
– Plan España Digital 2025
– Estrategia_España_2050
– Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (27 de abril de 2021)
– Alianza por la Formación Profesional: Una Estrategia de país (2021