El Boletín Oficial de Cantabria (BOC) publicó el pasado martes, día 15 de noviembre, una Resolución de la Secretaría General de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte con la relación de alumnos ganadores de los diecisiete Premios Extraordinarios de Formación Profesional Inicial de otras tantas familias profesionales de grado superior correspondientes al curso 2014-2015
Es un orgullo para mí poder anunciar la concesión de una de las acreditaciones a la alumna de Decroly Amanda Pérez López, de Guía, Información y Asistencias Turísticas (GIAT), gracias a que obtuvo una nota media final de 9,46. Cada uno de los galardonados con este Premio Extraordinario de Formación Profesional Inicial recibirá una dotación económica de 400 euros, un diploma acreditativo y, además, esa distinción será anotada por el secretario del centro en el que realizaron la inscripción al Premio, mediante la oportuna diligencia en su expediente académico y en el Libro de Calificaciones.
El objetivo del Premio Extraordinario de Formación Profesional consiste en reconocer la trayectoria académica y profesional de estos alumnos que finalizaron el curso 2014-2015 con una calificación igual o superior a 8,5 puntos de promedio en los módulos profesionales cursados. Así consta en la mencionada Resolución de 3 de noviembre de 2016, por la que se hacen públicos los Premios Extraordinarios de Formación Profesional del Sistema Educativo de Grado Superior correspondientes al curso 2014/2015, conforme a la Orden ECD/81/2016, de 13 de julio, publicada en el Boletín Oficial de Cantabria del día 21 de julio de 2016.
La noticia, comunicada a este director por Sandra González Rasilla, secretaria de Decroly, activó todos los resortes de este centro para dar la enhorabuena a la premiada Amanda Pérez López. Así, en primer lugar, convoqué a quien fuera su profesora tutora, Begoña Goitia González, para conocer los detalles más relevantes que han coadyuvado a la obtención del precitado importante galardón por esta alumna.
Previamente, recibí unas notas de Begoña elogiando la figura de Amanda que me colmaron de satisfacción. “Estuvo muy contenta de pertenecer a nuestro Centro. Previamente había realizado estudios de la Licenciatura en Historia en la Universidad de Cantabria. Obtuvo una nota final media de 9,46. Cuando acabó GIAT se matriculó de Agencias de Viajes en el Augusto G. Linares. Está estudiando lenguaje de signos (para personas sordas) como valor añadido a su titulación en turismo porque sabe que es importante atender a todo tipo de público con discapacidades. Le gusta el trato con la gente en general y es muy extrovertida y abierta de carácter. Durante su estancia en Decroly fue un lujo de alumna y considero una suerte haberla tenido en clase. Era la alumna y compañera modelo: Interesada, trabajadora, inteligente y de excelente trato.”
Además, Begoña y yo acordamos mantener un encuentro con Amanda para elogiarla personalmente y trasladarla nuestra más sincera felicitación. La reunión se celebró el jueves, día 17, en mi despacho, en un ambiente distendido y grato en el que hablamos de su trayectoria en Decroly. Merece ser destacado, especialmente, su manifestación referida a la importancia de su paso por Decroly, en su vida académica y personal. También se interesó por una eventual futura carrera docente, a cuya pretensión tuve la oportunidad de trasladarla mis opiniones y orientaciones pertinentes. Nos recordó Amanda, también, que su hermano Daniel se encuentra feliz en nuestro centro cursando segundo curso de Gestión de Ventas y Espacios Comerciales (GVEC).
Antes de despedirnos insté a Amanda a escribir unas notas sobre su experiencia en Decroly. Y lo hizo. Las recibí por email este martes, día 22. Muchas gracias, Amanda, por atender mi petición que, como te indiqué, publico íntegramente a continuación.
Gracias por hacerme crecer, no solo a nivel académico, sino también a nivel personal.
Esa sería la frase que resumiría mi paso por Decroly. Cada uno de los días que pasé en el centro fue productivos, y siempre salía de clase con la sensación de haber aprendido cosas que me apasionaban. Y en esto influyen muchas cosas: estar haciendo lo que te gusta, llevar las asignaturas (más o menos) al día para no agobiarte en exceso y, lo más importante, tener profesores que te motiven y hagan que aprender sea bonito y tengas ganas de que llegue el día siguiente para volver a clase. Mis profesores así lo hacían y les estaré inmensamente agradecida por ello.
Cuando acabé de hacer el bachillerato, decidí comenzar a estudiar la Licenciatura de Historia, sin saber muy bien a qué me quería dedicar en el futuro. Nunca me lo había planteado. Solo sabía que me gustaba estudiar y quería seguir haciéndolo. Pero fue en segundo curso de la carrera cuando me di cuenta de que lo que me gustaba hacer era explicar cosas a la gente, contar curiosidades históricas de tal cueva o tal castillo… Y me encantaba ver cómo la gente me escuchaba y se iban con la sensación de haber aprendido algo nuevo. Fue ahí cuando decidí que lo mío era dedicarme al turismo y eso lo confirmé más adelante al hacer mi FCT (Formación en Centros de Trabajo) en la Oficina Municipal de Turismo de Santander, donde disfruté como una niña y aprendí muchísimo.
Me gustaban los módulos que comprendían el ciclo de Guía, Información y Asistencia Turística, así que me puse a buscar los centros donde podría matricularme, comparé y me decanté por Decroly. De entre todos los motivos que me llevaron a decidirme, el principal fue que este centro tenía relaciones tanto nacionales como internacionales con diferentes personas e instituciones, con lo que pensé que se preocupaban por seguir avanzando, y no quedarse estancados siendo un centro educativo tradicional. Finalmente, lo comprobé y a día de hoy siguen en esa línea.
El día que empecé, ya conocí a personas que, sin yo saberlo entonces, son ahora muy importantes para mí. Cada día allí fue una experiencia nueva. Todos los días aprendía cosas que me apasionaban. No era un centro “al uso”. Era una forma de aprender que yo no había experimentado ni siquiera en la carrera. El uso de libros era casi inexistente, ya que todo lo que necesitábamos estaba en la plataforma Moodle. Además, debido a que el ciclo es bilingüe, todos los días el inglés estaba muy presente, llegando incluso a tener tan solo una o dos clases en español al día.
En mi caso, muchas veces teníamos que hablar nosotros, haciendo presentaciones de distintos trabajos y acostumbrándonos diariamente a hablar de cara al público, lo que después, una vez que entras en el mundo laboral, agradeces. De hecho, guardo trabajos con mucho cariño, como uno que realicé con una de mis profesoras, Laura Piney, el cual tengo como uno de mis manuales de cabecera, y me fue muy útil en mi FCT.
Pero no todo era estudiar. También pude disfrutar de charlas muy interesantes de personas de relevancia en el sector, como fue el caso de Francisco José García, exdirector del hotel Palace de Madrid. También pude participar en distintas actividades, talleres y cursos que me enseñaron que el turismo no se estudia solo en los libros o apuntes. El turismo se vive.
Al acabar de estudiar en Decroly, decidí seguir ampliando mis conocimientos del mundo del turismo, y realicé el Ciclo Superior de Agencias de Viajes y Gestión de Eventos, llevando a cabo mi FCT en la sección de hostelería del Gran Casino Sardinero, de la empresa Víctor Merino e Hijos S.A, ejerciendo de organizadora de eventos, bodas y congresos.
Actualmente sigo ampliando mis conocimientos y espero no perder comunicación con Decroly, ya que este centro ha sido para mí un antes y un después. Siempre he pensado que es como una familia. Todos y cada uno de los profesores se implican al máximo con los alumnos, como fueron en mi caso Begoña, Laura, Marta, Gaël, Natalia, Olga o Ana Agüero.
En general, todo el equipo que forma parte de Decroly, desde el profesorado, pasando por el equipo de Administración hasta Dirección, me ayudaron y me enseñaron valores que más adelante he podido poner en práctica en mi día a día.