No encuentro palabras para expresar la alegría que me ha producido la consecución de la primera medalla de oro del atletismo femenino español por la santanderina Ruth Beitia en la madrugada del domingo pasado en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro
A pesar de la hora intempestiva en que tuvo lugar la competición –a partir de la 1.30 de la mañana hora española- disfruté del desarrollo y de la emoción sin límite que me suscitó la competitividad entre las más laureadas atletas del planeta. Ruth Beitia se llevó la palma con un salto de 1:97 que fue suficiente para derrotar a todas sus adversarias y, en consecuencia, ganar la medalla de oro en la modalidad salto de altura, en el marco incomparable del Estadio Olímpico de Río de Janeiro.
Los días previos a su cita con la historia, Ruth Beitia siguió en Río de Janeiro una preparación con la misma ilusión, perseverancia y determinación que la han caracterizado en su dilatada carrera deportiva. Aun así, según publicaba cada día en las redes sociales, disponía de tiempo para disfrutar del maravilloso entorno creado alrededor de las Olimpiadas. ¿Quién no ha esbozado una sonrisa con sus comentarios sobre tomar una o dos cervecitas al final de cada jornada en la Villa Olímpica?
La cercanía y empatía de Ruth Beitia con los aficionados, seguidores y amigos de Cantabria, España y de allende nuestras fronteras son dignas de un especial encomio. La primera mujer española que ha obtenido una medalla de oro olímpica en atletismo, modalidad salto de altura, ha dado toda una lección magistral de entusiasmo, trabajo, perseverancia, espíritu de sacrificio, optimismo y pasión por alcanzar uno de sus sueños más ansiados.
Ruth Beitia puede considerarse un icono mundial del atletismo, del deporte y de la cultura del esfuerzo. Un referente para los niños, adolescentes y jóvenes de Cantabria, de España y de todo el mundo. Desde su más tierna infancia, particularmente a partir de los 11 años de edad cuando conoció al entrenador que la ha conducido hacia la élite hasta convertirla en una leyenda del atletismo, Ramón Torralbo, ha trabajado con ilusión y arresto sin límite para tocar el cielo de sus sueños hasta convertirlos en una realidad. Han transcurrido, desde entonces, 26 años. En ese tiempo, Ruth Beitia ha construido una carrera deportiva espectacular e inigualable.
Poco se ha hablado, sin embargo, de otras facetas de la vida de Ruth Beitia. Me ha chocado la nula atención prestada por la prensa escrita, digital y audiovisual a temas relevantes de la legendaria atleta santanderina. Ruth Beitia ha prestado atención a su formación académica y profesional, compatible con su intensa actividad deportiva. Ruth es Diplomada en Fisioterapia, Técnico en Actividades Físicas y Animación Deportiva y monitora de atletismo. Actualmente cursa estudios de Psicología en la Universidad Católica San Antonio (UCAM) de Murcia.
Además, Ruth Beitia desempeña una loable actividad política desde que en 2008 ingresara en el Comité Ejecutivo Regional del Partido Popular de Cantabria. En las elecciones autonómicas de 2011 salió elegida diputada y, posteriormente, designada secretaria primera del Parlamento autonómico para aquella VIII Legislatura. Se presentó, también, a las elecciones de 2015 en las que salió nominada de nuevo y, por tanto, renovó el acta de diputada en la Asamblea regional para la legislatura actual. Por cierto, me ha sorprendido mucho que no se haya citado en los medios de comunicación este hecho relevante de nuestra atleta de referencia.
Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro han demostrado, una vez más, la pasión que despierta el deporte entre los ciudadanos de cualquier parte del mundo. En Cantabria hemos vibrado con nuestros deportistas Ruth, Laura, Berta, Diego, Fernando, Beatriz, Mario y Carlos. Una medalla de oro y otra de plata supera con creces la ratio media por provincia de la aportación del deporte de Cantabria al conjunto del medallero español. También, ¿cómo no? hemos disfrutado con los muy dignos resultados de los deportistas cántabros y españoles en su conjunto.
A título de anécdota quiero destacar la supremacía de las féminas a la hora de alcanzar el metal olímpico sea en su versión de oro, plata o bronce. El deporte femenino español se impuso al masculino tanto a nivel regional como nacional. En Cantabria, el medallero se inclinó por el lado femenino 2 a 0, mientras que a nivel nacional el resultado fue más ajustado, 9 a 8 a favor del “sexo débil”: 4 a 3, oro; 3 a 1, plata y 2 a 4, bronce.
Todos los medallistas olímpicos se han ganado por derecho propio la admiración y el reconocimiento de todo el país. También es de justicia reconocer el mérito de los que se quedaron a la puerta del preciado metal en una u otra versión.
Llegar a Río 2016 no fue una tarea fácil, ni mucho menos. Solo el tesón, voluntad y determinación de los deportistas y su entorno –en el que no solamente se encuentran los técnicos, sino también los familiares– permiten alcanzar el objetivo de participar en una Olimpíada y, en su caso, obtener un premio como recompensa a las semanas, meses y años de trabajo, muchas veces en condiciones de precariedad y con escasez –cuando no ausencia- de recursos.
Yo, sin embargo, no me resigno a dejar de resaltar alguna de las épicas efemérides acaecidas durante la competición; tal vez porque estuve pegado al televisor como una lapa, y por ser deportes que me agradan especialmente. Por ello, me explayo sin reserva alguna a la hora de otorgar un especial reconocimiento personal a nuestra legendaria Ruth Beitia, oro en atletismo, modalidad de salto de altura; a la también paisanuca Laura Nicholls (y a todo el equipo), plata con la selección española de baloncesto femenino; Mireia Belmonte, oro en natación, 200 metros mariposa; Rafa Nadal y Marc López, oro en tenis, dobles masculino; Saúl Craviotto y Cristian Toro, oro en piragüismo, K2, 200 metros; Carolina Martín, bádminton –superando a las todopoderosas deportistas chinas y a los componentes del equipo de baloncesto que lograron una épica medalla de bronce.
Finalmente sirvan estas palabras, también, para apoyar y agradecer la decisión de la incombustible atleta Cántabra de continuar su carrera deportiva “un poco más”. Este miércoles, como si nada especial hubiera ocurrido en su vida recientemente, reanudó sus entrenamientos de cara a la próxima cita en la Liga de Diamante en la que competirá mañana sábado en París. El próximo jueves, 01 de setiembre, hará lo propio en Zúrich. Ambas citas representan el colofón exitoso de la presente temporada con grandes posibilidades de lograr el primer puesto.
Para concluir este post quiero expresar mi reconocimiento a la feliz iniciativa instada por el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, de plantear el cambio de denominación del Complejo Municipal de Deportes de la Albericia por Complejo Municipal de Deportes Ruth Beitia. La acertada propuesta ha sido aprobada por el Pleno de la Corporación Municipal de ayer jueves con el voto unánime de todos los grupos políticos municipales.
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