El concepto peyorativo acuñado por la ciudadanía sobre muchos programas de televisión emitidos en una u otras cadenas –algunas escandalosamente ideologizadas y por tanto, manifiestamente partidistas- no es óbice para reconocer a esos medios de comunicación audiovisual ocasionales píldoras periodísticas de contenido sociocultural muy ilustrativas en transmisiones en día y horario de máxima audiencia
Es el caso que hoy atrae mi atención, y que tuvo lugar en sendas emisiones en directo, el viernes 05 de mayo, en Cuatro y el día siguiente, sábado 06, en La Sexta. Me referiré en esta entrada a la de Cuatro, principalmente, porque tuve la oportunidad de ver todo el espacio desde la tranquilidad en mi domicilio.
Jesús Cintora, en su programa “Cintora, a pie de calle”, en Cuatro TV, entrevistó a Emilio Duró (Lérida 1.960), un conocido economista, empresario y profesor que ha desarrollado una parte de su carrera profesional como consultor y formador en alguna de las empresas más emblemáticas del país como son Renfe, Telefónica, Microsoft, BBVA e Inditex, entre otras. Me sorprendió que a lo largo de la entrevista, magistralmente conducida por el afamado periodista, Duró recurrió a un mensaje que, muchos de los que compartimos la cotidianeidad educativa en Decroly, hemos interiorizado hace mucho tiempo y tratamos de poner en práctica cada día. Me refiero a la importancia que concede Emilio Duró al hecho de que cada persona logre el objetivo de descubrir el secreto de la felicidad. ¡Ahí queda eso!
Tengo que reconocer que había leído algún escrito referido a este ilustre personaje. Sin embargo, una vez visto en televisión reafirmo el criterio que me había conformado. Con su forma de expresarse verbal y gestualmente; su tono distendido; su puesta en acción, como si de una representación teatral se tratara y su lenguaje un tanto impetuoso escenifica un mensaje repleto de contenido basado en experiencias personales avaladas por una trayectoria profesional de más de 25 años.
Según declaró en vivo y en directo, el optimismo y la ilusión son dos de las cualidades más relevantes a la hora de alcanzar la felicidad. En consecuencia, afirmó, “¡Ponle a la vida alegría, pasión y entusiasmo!”. Esta fue una de las frases más repetidas durante la entrevista. Le salía espontáneamente de su boca como si de una receta bien aprendida para alcanzar la felicidad se tratara.
El señor Duró se sentía cómodo con el entrevistador. Su discurso fue claro, contundente y comprensible ante las inteligentes preguntas formuladas por Jesús Cintora. Citaré, más adelante, algunas aseveraciones lanzadas durante la entrevista que me resultaron especialmente interesantes.
Ahora bien, sobre todos los mensajes señalados por este prestigioso coach me quedo con una frase que me atrevo a conceder la categoría de lapidaria en esta primera parte del siglo XXI. Intento recoger fielmente sus palabras con las que expresaba sus pensamientos, y escribo literalmente: «El 70% – 80% del éxito en la vida no viene de los conocimientos, viene de la forma de ver la vida. Una parte del éxito viene de una actitud mental positiva, la segunda parte que hace falta es pasión y la tercera, trabajo duro«.
En un momento concreto de la conversación Duró “se enredó” en un asunto que me mueve a recapacitar seriamente mi propia realidad vital. Una verdad incuestionable, afirmó, es que nos vamos a morir. Eso sí, dijo, “Hoy estoy peor que ayer, pero mejor que mañana”. Que cada cual eche la cuenta de los días que le quedan de vida y, seguramente, esa reflexión le ayudará a valorar el presente. Me sorprendió su comentario pero, en honor a la verdad, su mensaje iba dirigido, creo yo, a estimular aquellos mecanismos, actitudes, comportamientos,… orientados a llenar nuestras vidas de felicidad para ahuyentar escenarios que nos conviertan en muertos vivientes.
Poco a poco me iba enganchando a la filosofía que transmitía Emilio Duró en sus manifestaciones. “basta ya de quejarse”, dijo en un momento dado. Seamos sorprendentes, emocionalmente activos, alegres, optimistas y apasionados. A medida que avanzaba la entrevista su desparpajo verbal se daba un festín introduciendo nuevos elementos de meditación.
A ritmo de tifón Iniki, como si de un torbellino se tratara, Duró describió las distintas partes del cerebro humano y explicó sus cometidos. Quise apreciar que sentía cómo transcurría “volando” el tiempo de la entrevista. Tal vez por ello, se detuvo más en relatar y describir cómo se conforman las emociones en la parte del cerebro en la que, según él, reside la felicidad. Habló de una parte genética, de otra que se adquiere en los tres primeros años de vida y de una tercera que es fruto de un desarrollo permanente a lo largo de toda la existencia. La felicidad reside en uno mismo, concluyó.
Si tuviera que utilizar un término propio de las redes sociales elegiría “me gusta”. Emilio Duró transmite positividad; posee grandes dosis de ironía indisimulada; provoca reacciones espontáneas de risa y de jolgorio en la audiencia; en fin, me ha causado una grata impresión y por ello intentaré seguir su trayectoria futura como conferenciante.
La guinda a su intervención en “Cintora, a pie de calle”, la puso Duró al referirse a los pilares en los que basa su receta para descubrir y alcanzar la felicidad. He elegido dos entre todos los que citó. Uno, el componente emocional: la familia, los amigos, el trabajo y la forma de ver la vida. La gente alegre es más feliz. Insiste en la manifestación de las emociones: canta, baila, abraza, ríe, llora, muestra tus sentimientos. Dos, el conocimiento; el desarrollo de la mente: no dejes de estudiar, de leer, de aprender y de desaprender; cultiva y enriquece el cerebro.
De Emilio Duró bien puede afirmarse que posee un optimismo contagioso, sin duda alguna.
Me he quedado sin espacio. En otra entrada futura centraré el foco en Josef Ajram (Barcelona, 1978), quien fue entrevistado por Iñaki López, en La Sexta noche del pasado sábado, 06 de mayo. Aunque, a título de aperitivo, para concluir este post, me apetece mencionar unas frases suyas publicadas en la red que me han proporcionado una motivación adicional para continuar mi tarea con ilusión, alegría, determinación y perseverancia.
Frases de Josef Ajram |
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No sé dónde está el límite, pero sé dónde no está |
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Si realmente deseas conseguirlo, la única manera es luchar por ello. Luchar de verdad y no quedarse esperando |
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No cierres nunca los ojos, mira de frente las adversidades |
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Que tu punto fuerte sea siempre la perseverancia |
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Nada llega gratuitamente, todo llega con trabajo… ¡acaba lo que empieces! |
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Aprende y define tu objetivo inmediato, tu primera meta |
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Tanto en la vida como en el deporte los límites se los pone uno mismo |
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Sé dueño de tu vida, lucha contra el conformismo y guíate por tu intuición |
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No hay nada imposible… ¡vive y actúa con emoción! |
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Hace falta algo más que suerte para conseguir tus objetivos |