Hablar de Erasmus significa resaltar aquellos valores que identifican el espíritu de la Unión Europea concretados en su lema “Unida en la diversidad” y que coadyuvan a la libertad de movilidad de los ciudadanos por todos sus Estados miembros para vivir, estudiar, trabajar y engrandecer la gran variedad de culturas, tradiciones y lenguas del viejo continente
Un apartado esencial del Ideario y del Proyecto Educativo de Decroly se dedica a definir su determinación por realzar el espíritu europeo y la dimensión internacional de la educación y formación en este centro de Formación Profesional. Esa cultura educativa y empresarial ha sido el santo y seña de Decroly desde su fundación en 1978. Las relaciones bilaterales con instituciones de reconocido prestigio iniciadas en los años 80´ como Trinity College London (TCL); University of Cambridge Local Examinations Syndicate (UCLES); University of Lincoln;… dieron paso a un sinfín de otras entidades ubicadas en los más recónditos lugares de los cuatro puntos cardinales de Europa.
Hoy, la presencia de Decroly en la escena internacional ha alcanzado unas cotas sobresalientes. Si nos centramos en este trimestre de abril-junio, a título enunciativo, una nutrida representación de alumnos y profesores realizan prácticas e imparten docencia o reciben formación, en su caso, en empresas e instituciones educativas muy relevantes de diferentes países. Una visión de la realidad de este curso escolar 2015-2016 fue descrita con todo lujo de detalles en mi entrada Movilidades Erasmus de alumnos y profesores de Decroly, publicada en este blog el pasado 25 de marzo. En aquella publicación señalé la proactividad de Decroly en materia de movilidad Erasmus, tanto de alumnos para hacer prácticas (16) -12 de Grado Superior y 4 de Grado Medio– como de profesores para impartir docencia (2) y para recibir formación (4).
El programa Erasmus, European Community Action Scheme for the Mobility of University Students, fue creado en 1987. Entre sus fines sobresale, por su impacto entre la comunidad educativa, el de facilitar la movilidad académica de los estudiantes y profesores de educación superior para continuar sus estudios o hacer prácticas, los primeros, y para impartir docencia o recibir formación, los segundos. Para España, y para los españoles, una vez firmado el Tratado de Adhesión a la Comunidad Económica Europea, el 12 de junio de 1985, con efectos del 1 de enero de 1986, el Erasmus representa una de las más importantes decisiones adoptadas en Europa en la que su participación ciudadana, enviando y recibiendo estudiantes y profesores, es la más significativa de la Unión Europea.
El día 8 de abril se celebró en nuestro país una jornada muy interesante organizada por la Representación de la Comisión Europea en España: “España y la Unión Europea. Historia de una relación”. Según recogen los medios de comunicación escritos y audiovisuales, innumerables centros de educación superior dedicaron ese día a valorar los acontecimientos más relevantes acaecidos en a lo largo y ancho de nuestra geografía. Particularmente, la mayoría de las instituciones centramos el foco en el impacto del programa Erasmus en la vida académica, personal y profesional de los españoles y los efectos derivados de pertenecer al club de los 28.
En Decroly el programa Erasmus representa el acontecimiento más indicativo de educación innovadora en el ámbito de la Formación Profesional en España. Esa realidad se produjo como consecuencia de la aplicación de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE). El Programa Erasmus experimentó una metamorfosis de mayor cuantía al incorporar al alumnado y profesorado de los Ciclos Formativos de Grado Superior (CFGS) en virtud del artículo 3 Las enseñanzas, punto 5 de la Ley. Más tarde, en el curso 2014-2015 se añade al programa de movilidad a los alumnos y profesores de los Ciclos formativos de Grado Medio (CFGM), lo que catapulta el sistema de Formación Profesional al cénit de cotas de prestigio académico y social de estos estudios.
Simultáneamente, a partir del año 2010, entra en vigor el denominado Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) –también conocido por el Proceso de Bolonia– y esa realidad aporta un nuevo valor añadido a la educación superior, también a los estudiantes y profesores de Formación Profesional. En concreto se establece un sistema de créditos European Credit Transfer and Accumulation System (ECTS) –Sistema Europeo de Transferencia y Acumulación de Créditos– en español que permite su reconocimiento en todas las instituciones europeas de educación superior.
Es conocido el impacto de este programa en la sociedad europea. Particularmente los jóvenes han apostado por esta opción educativa y formativa que permite estudiar, hacer prácticas y, tal vez, trabajar posteriormente, en determinados momentos de su carrera. Decenas de miles de estudiantes hacen las maletas cada curso escolar –se calcula unos 300.000 este año– para vivir una de las experiencias personales más edificantes de su juventud. A pesar de que siempre existen detractores, como en cualquier otra faceta de la vida, Erasmus combina a la perfección el desarrollo académico y personal con manifestaciones de interacción social de los participantes absolutamente loables, excepciones minoritarias aparte.
Existen datos objetivos, obtenidos a través de encuestas y entrevistas a todos los actores que intervienen en la gestión, tutorización y realización de las movilidades, que demuestran las ventajas del programa Erasmus en forma de adquisición y desarrollo de competencias transversales, personales y sociales como son la autonomía, topa de decisiones, confianza, tolerancia, idiomas… Por otro lado, datos estadísticos fiables confirman los beneficios de esta experiencia en pos de una empleabilidad futura al confirmarse el interés de los empresarios por el perfil general de este tipo de candidatos.
Con el fin de contribuir al propósito de la jornada “España y la Unión Europea. Historia de una relación”, Decroly se dirigió a sus alumnos y profesores Erasmus de este curso para que, en formato de tuit, manifestaran sus opiniones respecto a su participación en Erasmus.
Esta es su aportación: