Hoy es un día muy triste para mí. Ha fallecido Mariano del Castillo esta mañana, repentinamente, mientras disfrutaba de su amada naturaleza en la Sierra madrileña
La fatídica noticia me ha llegado a la 15:19 mediante un mensaje privado del P. Valeriano, amigo y vicepresidente 1º de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), organización en la que Mariano ha prestado sus profesionales servicios durante más de un cuarto de siglo. Minutos más tarde, Alfonso Aguiló, presidente de CECE hizo lo propio mediante un primer escrito institucional ratificando el trágico suceso. Posteriormente, CECE emitía una nota de prensa sobre el luctuoso suceso.
El título elegido para despedir a Mariano, Adiós amigo, define lacónicamente la conclusión de una etapa. Este suceso arrebata precipitadamente mi extraordinaria relación personal y profesional con Mariano durante tres décadas. He elegido esas dos palabras por ser el nombre de una de las más entrañables canciones que he escuchado. Compuesta por el emblemático cantautor texano Jim Reeves, los dos primeros versos expresan un sentimiento de complicidad, cariño y respeto que siempre hemos mutuamente profesado. “Adios amigo, adios my friend; the road we have travelled has come to an end…” (Adiós amigo, adiós mi amigo; el camino que hemos recorrido ha llegado a su fin…)
Mariano dedicó toda su vida en cuerpo y alma a la CECE. En su posición de director del Instituto de Técnicas Educativas (ITE) Mariano ha sido un hombre respetado y reconocido dentro y fuera de la Organización, incluidas las Administraciones de todo signo y color. Su carácter creativo e innovador impulsó actuaciones de gran relevancia, adelantándose, en no pocas ocasiones, a las exigencias educativas de la sociedad de la información y del conocimiento. En cierto modo, Mariano fue un visionario en materia educativa, particularmente en el ámbito de la Formación Profesional.
Su aportación y promoción de las evaluaciones de los centros mediante la implantación de sistemas de aseguramiento de la calidad normalizados (EFQM, ISO) por entidades y organismos externos fue pionera en el escenario educativo español en la década de los ´80. El impulso de la formación permanente del profesorado; la incorporación de la tecnología y de las más renovadas metodologías para propiciar un cambio real de los procedimientos de enseñanza aprendizaje; el fomento de la participación de los centros educativos y de la propia CECE en programas y proyectos europeos;… han sido una referencia y un modelo a imitar por otras asociaciones, confederaciones y consorcios sectoriales públicos y privados, posteriormente.
Mariano fue el impulsor y alma mater de una de las facetas más dinámicas de CECE. Me refiero a la organización de eventos educativos de dimensión autonómica, estatal e internacional, en innumerables ocasiones. Jornadas, mesas redondas, foros, conferencias enriquecían el acervo profesional de cientos de directivos y miles de profesionales docentes de todo el territorio nacional, gracias al esfuerzo y trabajo concienzudo de Mariano y su equipo de colaboradores del ITE. Entre esos acontecimientos merece ser desatacado el Congreso anual de CECE, de proyección nacional y europea, como el recientemente celebrado en Sevilla, en su edición anual consecutiva nº 43, bajo el lema “Liderazgo y excelencia en un mundo global”.
Hoy, en medio del dolor que me produce la irreparable pérdida de un amigo, de un hombre bueno, que atesoró a lo largo de su vida valores atemporales de la más amplia relevancia moral, educativa y social, siento, a la vez, una enorme alegría por haber disfrutado de la amistad de Mariano y del beneficio de su inigualable magisterio.
¡Adiós amigo!
Nota de prensa
FALLECE MARIANO DEL CASTILLO
El director del Instituto de Técnicas Educativas (ITE) de CECE ha fallecido hoy inesperadamente. Lamentamos profundamente su irreparable pérdida.
Madrid, 9 de enero de 2016.-Dos eran las grandes pasiones en la vida de Mariano del Castillo, la educación y la montaña y ha sido precisamente aquí donde esta mañana, de forma totalmente inesperada, le ha sobrevenido la muerte.
A su otra gran pasión, la educación, dedicó su vida en cuerpo y alma. Físico de profesión pero docente por vocación, Mariano del Castillo vivió intensamente cada una de las facetas de la educación, como profesor, como tutor, como director y como técnico y gestor educativo.
Participante activo en debates, estudios, ponencias y, de manera especial, en lo relativo a la Formación Profesional, ha dejado una huella imborrable en el panorama educativo español.
Con su fallecimiento la educación española pierde un gran valedor y la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), una de sus figuras más representativas de los últimos 25 años.
Lamentamos profundamente su pérdida que nos deja tristes, huérfanos y desamparados, pero estamos seguros de que, desde el cielo, seguirá velando por que nuestro país pueda ofrecer a todos los niños españoles sin excepción, una educación, no de calidad, sino de excelencia, como a él le gustaba decir.
Descansa en paz, Mariano del Castillo. En CECE te recordaremos siempre llenos de infinito afecto y, sobre todo gratitud. ¡Hasta siempre!