Esa es una de las frases utilizadas en la campaña de promoción y difusión de la formación emprendida por la Fundación Tripartita para la Formación en el Empleo (FTFE) durante 2009. Con esa campaña, un año más, la FTFE se marca como objetivo impulsar y extender la formación profesional para el empleo entre empresas y trabajadores. MÁS FORMACIÓN: mejor para la empresa, mejor para los trabajadores.

El lema elegido es muy elocuente. “Formación: El tiempo mejor empleado, con tu aprendizaje ganamos todos”, sintetiza el espíritu de la campaña de difusión. Todo el plan de difusión se encuentra orientado a destacar la importancia del aprendizaje. No olvida la campaña, asimismo, fomentar la mejora de las competencias profesionales a través de la formación en el empleo como medio de progreso en una situación de crisis como la que actualmente padecemos.

“Es tiempo de aprender y mejorar tu competencia profesional” es otra de las acertadas frases que utiliza la FTFE en su campaña de difusión. En el umbral del año 2009 y encarando ya las novedades y retos que representa el 2010, me permito recordar algunos aspectos muy convenientes relacionados con el subsistema de formación profesional para el empleo.

En primer lugar quiero constatar que el objetivo prioritario de la formación profesional para el empleo consiste en impulsar y extender entre las empresas y los trabajadores ocupados y desempleados una formación que “responda a sus necesidades y contribuya al desarrollo de una economía basada en el conocimiento”.

En segundo lugar, me interesa destacar y recordar que el Real Decreto 395/2007, de 23 de marzo, regula las distintas iniciativas de formación que configuran el subsistema de formación profesional para el empleo, su régimen de funcionamiento y financiación y su estructura organizativa y de participación institucional. En ese sentido, son fines de la formación profesional para el empleo:

· Favorecer la formación a lo largo de la vida de los trabajadores desempleados y ocupados, mejorando su capacitación profesional y desarrollo personal.

· Proporcionar a los trabajadores los conocimientos y las prácticas adecuados a las competencias profesionales requeridas en el mercado de trabajo y a las necesidades de las empresas.

· Contribuir a la mejora de la productividad y competitividad de las empresas.

· Mejorar la empleabilidad de los trabajadores, especialmente de los que tienen mayores dificultades de mantenimiento del empleo o de inserción laboral.

· Promover que las competencias profesionales adquiridas por los trabajadores tanto a través de procesos formativos (formales y no formales), como de la experiencia laboral, sean objeto de acreditación.

Finalmente, me permito afirmar, a través de estas líneas, que la formación profesional para el empleo no debe quedar solamente como una conveniencia más o menos puntual de un empresario o de un grupo de trabajadores. Más bien, y a mayor abundamiento, la formación para el empleo, la formación continua debe insertarse en la cultura empresarial de todas y cada una de las organizaciones como herramienta imprescindible para la mejora de la calidad y productividad y para el desarrollo personal y profesional de todo el capital humano de la empresa.

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